Ha llegado la Navidad y en Jaén se nota por su ambiente y sus luces, que por ser leds iluminan poco, pero dan vida a una ciudad que se presenta estos días con una imagen diferente y ‘saludable’ con la naturaleza. Los leds no contaminan y menos los de los árboles artificiales instalados en los barrios y otros espacios de esta capital.
La decisión del concejal de Cultura, José Montané, de fomentar el olivo como árbol de Navidad ha gustado a la ciudadanía. Olivos con luces llamativas en color verde, pero también almendros, como el instalado en el barrio de Valdeastillas, del que considerado como tal no se han olvidado.
En un año en el que la tala de árboles ha marcado la actualidad municipal, con enfrentamientos varios entre los partidos políticos de la ciudad, Montané se ha marcado un punto y ha ‘plantado’ más árboles, que sin decoración más que su propia luz, quiere vender Jaén como una ciudad con un árbol de Navidad exclusivo.
Bien por la decisión aunque he de decir que en las zonas que se han colocado hay muchos árboles. Hubiera estado bien que se pensara en otros espacios, que a falta de los naturales tendrían los artificiales con motivo de la Navidad.