Asegura que todo se debió a intereses económicos del marido de su hermana, la cual murió a los pocos días
Indignada, impotente y triste por la muerte de su hermana. Así es como se siente estos días Carmen Martínez, una vecina de Jerez que hace varias semanas recibió un puñetazo de manos de su cuñado mientras su hermana se encontraba en el postoperatorio tras sufrir una intervención a vida o muerte en el Hospital de Jerez.
Según consta en su denuncia, los hechos se produjeron por la noche, cuando ella y otro familiar custodiaban a su hermana, gravemente enferma, tras salir del quirófano y el marido de ésta se dirigió a la habitación zarandeando a su acompañante para, acto seguido, llamarle “ladrona” y advertirle que “me iba a saltar un ojo”.
A Carmen apenas le dio tiempo a mediar palabra; cuando se dio cuenta, tal y como relata, tenía el puño de este individuo delante de su rostro, por lo que sólo acertó a echarse para atrás como acto reflejo tras recibir un fuerte impacto en la cabeza, obligando a intervenir un médico que se encontraba en la habitación, que le pidió que se marchara.
Esa misma noche, pese a sus dudas iniciales “porque no estoy acostumbrada a esto”, decidió personarse en Comisaría e interponer denuncia por una falta de lesiones con objeto de que “pague por lo que ha hecho, aunque al final esto no quede en nada”.
Debido al golpe, esta mujer tuvo que acudir al centro de salud de San Dionisio, donde tuvo que ser asistida por una contusión en la ceja izquierda y un hermatoma, lo que le ha dejado secuelas físicas debido al fuerte golpe.
Intereses económicos
Según el relato de la denunciante, el motivo de la presunta agresión se reduce principalmente a un collar de perlas de gran valor económico que su hermana, poco antes de fallecer, le pidió que fuera a su casa y lo cogiera de su armario para donarlo a una asociación contra el cáncer.
Sin embargo, hasta a los pocos días de morir su hermana, Carmen no comprobó que su cuñado le había dado el cambiazo y había puesto bisutería falsa para impedir que nadie se llevara esta joya. “Lo que más me duele es que se preocupara por eso en vez de por la salud de su mujer”.
Desde lo ocurrido, esta mujer no ha vuelto a tener ningún contacto con su presunto agresor, pero sí se ha encontrado con desafortunados comentarios sobre él entre los vecinos del barrio en el que vivía su hermana, ya que, según sus palabras, “tenía versiones ordinarias y ha tenido a mi hermana martirizada durante 25 años”, manifestó muy apenada.