¿Quién tiene la culpa de que esta quinta ola sea tan tremenda?. Pues la verdad es que no tiene un culpable fijo, claro que no. Tampoco hubo culpables cuando la primera ola paralizó el país y nos colocó al borde del abismo. Ni en la segunda, ni en la tercera, ni en la cuarta. ¿Alguien ha logrado que la curva se estabilice? ¿Han sido los jóvenes los que han doblegado esta curva de la quinta ola? Tampoco.
Sin embargo, a los jóvenes se les está echando las culpas y son señalados por sus actitudes egoístas, maleducadas y penosas. Da la impresión como si los jóvenes fuesen ese relevo generacional que va a ser un auténtico desastre. Pero tendríamos que hacer una pequeña reflexión sobre este asunto para evitar, en todo lo posible, ser injustos.
Hay un dato objetivo y es que no todos los jóvenes españoles son los que hacen botellón, se saltan las normas o son insolidarios hasta la médula, porque la mayoría de nuestros jóvenes estudian alcanzando niveles académicos extraordinarios, trabajan como mulas aunque el mercado laboral no es el más apropiado, cuidan de sus abuelos y de sus padres y de sus hermanos, son responsables ante situaciones de alarma sanitaria(la cantidad de solicitudes para ser vacunados ha desbordado todas las previsiones y el comportamiento de los más jóvenes durante el confinamiento fue ejemplar).No todos los jóvenes son como los que vemos a diario en las imágenes que nos ofrecen los informativos de las diferentes cadenas de televisión.
Por otro lado, el número tan desproporcionado de contagios entre los jóvenes españoles es debido, entre otras cosas, aunque de forma especial, a que ellos no están vacunados. Estaba dentro de las posibilidades que una ola de las importantes se cebase con ellos. Por supuesto, el cuidado que han mostrado es muy inferior al que deberían haber tenido. Y esta es otra razón por la que es injusto señalar a ese grupo aunque parezca que es justo al contrario. Porque ¿Qué mensaje se les ha transmitido a los jóvenes? Todo ha sido una total confusión, todo ha sido nadar entre dos aguas para intentar salvar veranos, semanas santas , navidades o fiestas de guardar. Pedro Sánchez dijo que habíamos vencido al virus hace un año, se les ha dicho que a ellos no les iba a pasar nada, se les dijo que estando vacunados los mayores no había peligro... A los jóvenes les han hecho un lío tan grande como a los adultos o a los ancianos.
¿Se les ha explicado bien que nuestras vacunas no son esterilizantes? ¿Se logró hacer entender al conjunto de la sociedad que las vacunas eran muy eficaces aunque no al 100 por cien? ¿Hemos relajado las medidas sin ton ni son? Y los padres ¿Hemos sabido transmitir a nuestros hijos qué problema tenemos entre manos o hemos querido que fueran felices y hemos decidido que hagan lo que les venga en gana?.
Es verdad que no entusiasma en absoluto muchas de las cosas de las que están pasando, es verdad que la gestión de la pandemia ha sido bastante discutible en muchos casos. Pero la culpa es de todos o, si me apuran, de nadie. El verdadero causante de tanto dolor y miseria es el coronavirus.