Una de las recientes y gratificantes noticias en el ámbito de las letras ha sido la irrupción de la joven arcense Marta Vega Bernal como novelista. Acaba de publicar su ‘A tinta roja’ con tan solo 19 años de edad; una obra con la que confirma su vocación literaria y con la que se reafirma en sus convicciones e inquietudes culturales.
Actualmente cursa el grado de Derecho en la Universidad de Sevilla. Junto a la literatura, sus aficiones son la lectura como no podía se de otro modo, y practicar el antiguo arte del diseño en croché, además de hacer yoga como ejercicio que acompaña su particular estilo de vida. Dada su juventud, lógicamente, no puede aportar un currículo laboral, pero ya ha tenido ocasión de impartir clases particulares como maestra de Secundaria.
Marta, ¿cómo se inicia en el mundo de la literatura, de la narrativa en este caso, y cómo decide publicar su primera novela que titula ‘A tinta roja’?
–Mis principios con la literatura fueron como ávida lectora, pasando horas leyendo el libro que cayera en mis manos, independientemente del género. Desde muy pequeña me encantaba leer historias y contarlas, y comencé a fantasear con la idea de crear mis propias historias. Siempre las narraba de forma oral y eran muy breves, compartiéndolas con mi hermano con el mero propósito de entretenerlo, pero una tarde me surgió la inquietud de plasmarla por escrito y me vi inmersa en una nueva afición que prometía mucho.
‘A Tinta Roja’ no fue mi primer borrador de novela, pero sí el que consideré con cierta calidad. Me impliqué mucho en la historia, con los personajes, y puse una gran parte de mí en cada palabra, porque quería crear algo consistente, lo cual no consideraba que fueran mis anteriores escritos. Quedé muy contenta con el resultado y decidí probar suerte sin ningún tipo de expectativas de publicación. Estoy viviendo un sueño.
¿De qué trata el libro? ¿Cómo hilvanaste esta historia?
–La novela cuenta cómo cambia la vida de Olivia, una mujer desesperanzada y con un gran vacío, cuando se ve implicada en una serie de asesinatos que ocurren en su edificio de residencia y que harán que tenga que remontarse a los principios del edificio, cuando era un hotel.
Es una historia que fui construyendo muy despacio. No es necesario tenerlo todo detalladamente planeado a la hora de comenzar a escribir una novela. Hay que llevar la mente abierta y dejar que la historia se vaya contando por sí sola en muchas ocasiones. Yo di con la idea básica de la trama y fui desarrollando los demás sucesos y los detalles a través de los personajes, de sus sentimientos y de lo que la propia historia requería. No traté de planearlo todo desde un inicio, porque eso me provoca bloqueos y no veo más allá de lo que ya había establecido, cuando a veces las ideas inéditas son las que terminan aportando más. Traté de hacerlo todo muy fluido.
La novela es un género complicado por aquello de mantener en vilo en todo momento al lector. ¿Cómo se las ha ingeniado para mantener ese ritmo narrativo sin que el lector, ya digo, pierda el interés por la historia que cuenta?
–En primer lugar, diría que mi experiencia como lectora me ha ayudado mucho a la hora de saber qué funciona y qué no, al menos personalmente. Traté de plasmar finales de capítulos y diálogos que dejaran siempre algo por descubrir, para que el momento de la revelación fuera el indicado. Y utilicé métodos y conversaciones que a mí me tendrían en vilo. Como escritora, siento que el criterio al que más hay que atenerse es al propio, porque lo más importante es escribir algo que tú como lectora disfrutarías.
Un aspecto muy importante fue el de organización de los capítulos. Para mantener la disciplina de escribir con constancia, y para facilitar el enfrentarme a una hoja en blanco y no saber cómo continuar, le otorgaba a cada capítulo un objetivo. En cada uno debía suceder algo importante, y así el resto podría girar en torno a ello y facilitar la fluidez. Y, por supuesto, habría un elemento de misterio nuevo cada no muchas páginas.
Normalmente, aunque no hay porqué, los escritores de Arcos están interconectados física y espiritualmente. Muchos de ellos aseguran tener ‘padres’ literarios como Julio Mariscal, Antonio Hernández, los hermanos Antonio y Carlos Murciano, Pedro Sevilla..., ya que Arcos es una tierra de grandes poetas. ¿De algún modo su obra está influenciada por Arcos o no tiene nada que ver esa inspiración ancestral que, dicen, provoca la belleza de la ciudad?
–Mi obra no se ha visto directamente influenciada por mi ciudad, al menos por ahora, además de nunca haber estado muy relacionada con la poesía, que es un género con mucho peso en Arcos.
Indirectamente, diría que la belleza de Arcos y sus recónditas y fascinantes esquinas allá donde se vaya, me han provocado el deseo de plasmar siempre en mis historias un lugar memorable, como si el sitio donde los hechos se desarrollan fuera un personaje más. Arcos es un escenario precioso, y quiero que en mis obras haya el mismo ambiente de lugares emblemáticos, poéticos y con mucha carga emocional. Quiero transmitir la importancia de la localización.
¿Cuál está siendo el periplo de la novela? ¿Tiene previsto presentarla en Arcos?
–A día de hoy estoy fascinada con todas las personas que se han interesado en contactar conmigo para entrevistas, para saber de mi obra y conocerme. Al estar fuera de la ciudad, tengo los días muy limitados para poder llevar a cabo todo lo que me gustaría, pero, por supuesto, en cuanto termine con las entrevistas que me ocupan un par de semanas, pretendo organizar una presentación y posteriormente una firma. Estoy muy ilusionada y ansiando poder tener ya fechas.
Por ahora, he recibido mensajes de algunas personas que han leído ya la novela y que aseguran que les ha gustado mucho y les ha mantenido en vilo desde un inicio, lo cual me llena de alegría. Muchísimos mensajes de apoyo también, y de decirme que tenían muchas ganas de adquirir el libro. Estoy deseando recibir muchas más opiniones y conocer qué he hecho bien y qué aspectos puedo mejorar para futuras obras.
¿Piensa que su futuro profesional tomará por los derroteros de la literatura o se toma esta actividad como algo secundario?
–Desde que comencé a escribir he sabido que mi sueño es poder dedicarme a la escritura a tiempo completo. Nunca lo he considerado algo secundario en mi vida porque lo hago con mucha pasión, y lamento muchas veces no tener tanto tiempo para dedicarme a ello como me gustaría. Se necesita mucha suerte y mucho apoyo, pero estoy dispuesta a luchar por poder hacer de mi vida una vida dedicada plenamente a crear.
Como persona joven, ¿cómo vive la realidad de su ciudad y cómo vislumbra su futuro?
–Siendo tan joven, estoy muy feliz de sentirme tan apoyada por mi ciudad y de haber tenido esta oportunidad que nunca imaginé que llegaría tan pronto. Conocía de autores en Arcos muy reconocidos, habiendo incluso sido entrevistada de pequeña por Pedro Sevilla. Y, por supuesto, conocía de personas más jóvenes que creaban, pero me resultaba inusual verlas compartir en público sus creaciones. Tengo muchas esperanzas en que Arcos siga siendo una cuna de escritoras y escritores y que su gente siga apoyando tanto a los nuevos talentos como lo están haciendo conmigo. Me parece fundamental para poder crecer culturalmente, y en mi ciudad nunca ha faltado la cultura, por lo que poder formar parte de ella me anima a querer propiciar que más autoras y autores tengan su oportunidad. Arcos es una ciudad fascinante y repleta de arte.
Ha sido un placer, gracias y suerte.
