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Arcos

Antonio Murciano recibe la Medalla de Plata del Ayuntamiento de Rota

De este modo se le reconoce al poeta su especial cariño hacia la localidad y sus múltiples colaboraciones a través de distintas instituciones

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Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

Homenaje a Antonio Murciano.

El Ayuntamiento de Rota celebró el pasado viernes en el salón capitular del Palacio municipal Castillo de Luna un acto institucional en el que hizo entrega de la Medalla de Plata de la Villa al poeta y flamencólogo de reconocido prestigio Antonio Murciano González.

El galardonado es, además, un gran participante y colaborador de las asociaciones y actividades culturales roteñas, a través principalmente de la asociación de canaricultura La Costilla, de la que es socio de honor, y de la Tertulia Flamenca Roteña que pasó a denominarse posteriormente Peña Flamenca ‘El viejo Agujetas’ como activo colaborador desde sus inicios.

De esta forma, se culmina el expediente que se inició hace unos meses siguiendo el Reglamento de Honores y Distinciones de la Villa, como consecuencia de la petición formal presentada a través de la Oficina de Atención al Ciudadano por Diego Fernández de la Flor con la adhesión de firmas legitimizadas y legalizadas.

Concluidos los plazos, la recogida de adhesiones y los trámites del expediente, del que ha sido jueza instructora la delegada de Cultura, Esther García, fue el pasado  viernes cuando el Ayuntamiento de Rota entregó esta distinción al arcense de pro Antonio Murciano.

El veterano escritor no estuvo solo, pues la Asociación de Belenistas La Adoración, de la que también es socio honorario, fletó un autocar para facilitar el desplazamiento de amigos y compañeros, a los que sumó también la primera teniente de Alcalde y diputada provincial Ana Carrera. Tampoco faltaron su familia y otros escritores amigos como Pedro Sevilla.

Antonio Murciano recibió así un nuevo homenaje que se suma al más de un centenar de reconocimientos del que se ha sido sujeto a lo largo de su dilatada trayectoria como escritor, flamencólogo, conferenciante, aficionado a la canaricultura y demás facetas.

El también escritor Pedro Sevilla lo narraba así:

"Los roteños han entregado estos días la Medalla de Oro de su ciudad a nuestro poeta Antonio Murciano para agradecerle su vinculación con aquella ciudad costera. Antonio Murciano, que ha llevado el nombre de Arcos a las más altas cumbres de la poesía popular española, tiene una especial relación con Rota, repujada de flamenco, poesía, poesía flamenca y otras disciplinas que ha tratado siempre con maestría.

Y la maestría, la cualidad y la calidad de maestro es lo que premian nuestros amigos roteños con esta medalla. Una medalla merecida que sus poetas incondicionales, entre los que me encuentro, tenemos que evitar que se quede sólo en una especie de ecos de sociedad, sino que debemos realzar como lo que realmente es: el reconocimiento a una de las obras poéticas más airosas, alegres y esperanzadas del último siglo XX español.

 Que luego la vida no nos dé la razón –ya sabemos que Murciano vive su soledad de hombre viudo, su soledad de hombre enfermo- no impide que sigamos cantando a la alegría, a la esperanza, a la luz y a la rima, cualidades que decoran su poesía desde aquellos inicios juveniles. El poeta tiene por oficio cantar y que la vida luego se tuerza, o se retuerza, ni le quita valor al canto ni quilates a los versos.

 Hacen muy bien la Asociación de Belenistas 'La Adoración' y otros colectivos arcenses en acudir a este nombramiento a Murciano porque ello implica que, además de los poetas, otros grupos ciudadanos también valoran y certifican la labor cultural de Antonio Murciano en su casi nonagenaria existencia.

Una vez escribí que Antonio Murciano era un adolescente eterno, porque quiere siempre saltar por encima de sí mismo, cualidad esencial de esa tierna y borrascosa edad. Lo mantengo ahora que, cerca de los noventa, sigue empeñado en hacernos saber que a pesar de todo la vida tiene sentido, y que un poema que habla de amor, o que canta el pelo color de mucho tiempo de una abuela, o la cintura de un torero, son ejemplos de belleza, de armonía y de trascendencia. Ni más ni menos".

 

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