La infección por VIH ya no figura en la lista de enfermedades que se deben comunicar a la hora de solicitar un visado y ya no será objeto de pruebas médicas antes de viajar a EEUU, según el nuevo reglamento aprobado el 2 de noviembre pasado.
Hasta ahora, los seropositivos necesitaban una autorización especial del Departamento de Sanidad para entrar en EEUU.
Obama dijo al anunciar la medida el pasado 30 de octubre que la prohibición impuesta hace 22 años era “una decisión basada en el miedo más que en los hechos” y afirmó que si EEUU quiere “ser un líder global en la lucha contra el sida y el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) tenemos que actuar como tal”.
EEUU era uno de la docena de países que prohíben la entrada a los enfermos de sida, una medida que ha impedido que se celebren congresos de importancia sobre la enfermedad en su territorio en las últimas dos décadas.
La prohibición se impuso en 1987, en una época en la que se conocía poco sobre el síndrome y su tratamiento no había alcanzado la eficacia de hoy.
Onusida señaló ayer que numerosos países mantienen algún tipo de limitación para que personas que han contraído el virus del sida entren en su territorio, entre los que figuran Australia, China y Rusia.
En América Latina, según una lista proporcionada por el organismo de la ONU, están Cuba, República Dominicana, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Paraguay. También aparecen con medidas restrictivas gran parte de los países de Oriente Medio, del Golfo Pérsico y algunos de Asia central.