El presidente del Grupo Municipal Popular (GMPP) del Ayuntamiento de Cádiz,
Juancho Ortiz, acompañado por los concejales Carmen Sánchez y Nuria Álvarez, se reunió días atrás con varios representantes de la A
sociación San José Playa y la Federación de Vecinos 5 de Abril, que quisieron abordar el incumplimiento reiterado del equipo de Gobierno con la
reapertura al tráfico de la calle Marianista Cubillo, lo que viene causando desde hace ya casi un año
graves trastornos a los residentes de la zona, muchos de ellos personas mayores o con movilidad reducida, y a usuarios como comerciantes, hosteleros, y taxistas y transportistas que trabajan en la zona.
Juancho Ortiz expresó su deseo de que el concejal de Movilidad,
Martín Vila, cumpla con
su palabra y reabra al tráfico la calle Marianista Cubillo
tras finalizar las obras - según ratificaron a los propios vecinos los encargados de la obra- en el tramo del
Callejón del Blanco y la zona de
San Juan Bautista más próxima a el IES Drago, “ya que éstas fueron la excusa dada para la peatonalización de ese tramo que fue calificada de provisional en comunicación oficial.
Ya ha terminado la provisionalidad y ya es hora de que se escuche a los vecinos de una vez. Ya es hora de que Vila se siente a dialogar con alguien que no sea
su círculo de amigos radicales que están en los tres colectivos que mandan en la ciudad”.
Sin atender al Defensor del Pueblo
Los representantes vecinales mostraron su malestar con el Gobierno local a los concejales populares por lo que consideran un
maltrato sistemático. El presidente del GMPP también mostró su asombro por la
falta de respuesta “no solo los vecinos, sino a la Oficina del
Defensor del Pueblo Andaluz que —tal y como nos han mostrado por las comunicaciones— lleva desde diciembre intentando reunirse con Vila sin conseguirlo”.
“Que se mude Kichi un mes a la zona”
Juancho Ortiz
concluyó pidiendo a Kichi “que al menos de modo provisional
se mude un mes a la zona, a ver si así muestra interés por los problemas de estos vecinos c
omo hizo la semana pasada con los hosteleros de la Palma, aunque finalmente no haya servido para nada por la intransigencia de Vila. Lo que es cierto es que son los
repartidores, los taxistas y sobre todo los vecinos de aquí los que tienen que soportar los
caprichos de Vila y de Kichi: no calibran ni se preocupan de lo grave que es para las personas mayores que los vehículos no puedan acceder a los portales. Es la victoria de la sinrazón y el sectarismo sobre el diálogo y la participación”