La
Procesión Magna de Cádiz ha
superado todas las previsiones. Había muchas expectativas depositadas en el que se ha convertido en uno de los acontecimientos cofrades del verano no solo en Cádiz, sino en Andalucía, y se han cumplido con creces. La respuesta del público venido de todos los puntos de la comunidad y de los barrios gaditanos fue masiva para una cita extraordinaria histórica que ha conmemorado por todo lo alto los tres siglos de la colocación de la primera piedra de la Catedral de Cádiz y que
se ha caracterizado por un éxito de asistencia y de organización sin precedentes.
Las
colas kilométricas para ver la exposición en el interior de la seo, que llegaban a la calle Pelota, y la estampa que ofreció la Tacita de Plata con las calles llenas de público
para arropar a los 17 pasos de misterio a los que también acompañó una climatología a la altura de las circunstancias resumen una jornada para los anales gaditanos que transcurrió sin incidentes. El propio presidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías de Cádiz, Juan Carlos Jurado, que no ha vivido una cuenta atrás precisamente fácil preocupado por si el conflicto de la Policía Local salpicaría a la Magna –extremo que no se ha dado finalmente- se mostraba exultante en declaraciones a 7TV Cádiz.
“Hemos conseguido trasladar la primavera a casi el otoño, Cádiz está hoy como un Domingo de Ramos”, afirmó en declaraciones a 7TV Cádiz, que retransmitió en directo este evento para toda Andalucía. La respuesta de la ciudad estuvo a la altura. Los visitantes llegaban por decenas en trenes abarrotados desde otros puntos de la Bahía. Todos querían contemplar de cerca los 17 pasos que en una muestra efímera que, solo entre viernes y sábado, registró más de 6.000 visitas.
El propio consejero de Turismo, Cultura y Deporte, Arturo Bernal, que se desplazó a Cádiz para vivir esta convocatoria histórica, subrayó que ha quedado demostrado que turismo, cultura y deporte son “muy buenos compañeros de viaje” y se felicitó porque la ciudad estuviera repleta de visitantes durante todo el sábado.
Por su parte,
el obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, celebró la oportunidad de mostrar que la
Catedral de Cádiz, en esta efeméride tan señalada, ha demostrado que está hecha “de piedra viva”.
Tanta avalancha de personas dejó también
terrazas llenas, especialmente en la zona del casco viejo gaditano, donde los bares “estaban a tope”, señala el presidente de la patronal hostelera, Antonio de María Ceballos, coincidiendo con el entorno del recorrido de las procesiones. Más tranquilo estuvo el Paseo Marítimo, donde “se notó menos” esta cita. “Estamos muy contentos, ha sido un éxito, aunque algunos bares han tenido que recortar sus terrazas debido a los recorridos procesionales”, señala el
presidente de Horeca a Viva Cádiz, para quien la jornada fue todavía “mejor” que un Domingo de Ramos. “Había más gente, estamos hablando de 17 pasos”. En plena resaca de la Magna, el sector ya tiene la vista puesta en la
Sail GP, que se celebra el próximo fin de semana en la capital y para la que De María ya habla de “hoteles llenos al cien por cien”.