El colegio Las Esclavas de Cádiz reanuda las clases este lunes con “cierta normalidad”, tras realizar algunos cambios y reubicaciones
una vez que han finalizado los trabajos de demolición controlada de la iglesia tras el derrumbe del techo el pasado jueves. En una nueva circular dirigida a las familias, desde el equipo directivo ha informado de que
la entrada y salida de EP, ESO y Bachillerato, así como de cualquier persona que quiera acceder al centro, se realizará por la puerta de las columnas, como ya se hizo este pasado jueves apenas una hora y poco después del hundimiento del techo.
Pese a que tras la demolición controlada de la iglesia, la estructura del colegio (en otro edificio independiente) “no ha sufrido daños aparentes”, de momento
por prevención seguirán sin poder utilizarse las zonas colindantes a la iglesia desalojadas el día antes del siniestro. Asimismo, la zona de seguridad que ampliaron el jueves, “podrá volver a utilizarse en cuanto la revisen los técnicos”. De igual manera, está previsto también que durante los primeros días de esta semana realicen una
revisión del polideportivo y del salón de actos.
“Son zonas alejadas de la iglesia pero colindantes a la casa de la comunidad de Esclavas, que ha sido desalojada, por lo que los expertos nos aconsejan realizar una inspección”, puntualizan. Por último, tras reiterar los mensajes de agradecimientos, desde el centro también han transmitido a la comunidad educativa “con mucho orgullo” que tanto bomberos como técnicos del Ayuntamiento han elogiado la actitud del personal del colegio, del alumnado y de sus familias, valorando, especialmente, cómo han mantenido la tranquilidad y confiado en las decisiones que se han ido adoptando.
Según han explicado desde el colegio,
fue una “vibración puntual” en la cubierta de la iglesia detectada por el personal del centro lo que les puso en alerta el mismo día 1 que se incorporaron para preparar el inicio del curso. De forma automática se ordenó su clausura tras realizar las consultas pertinentes a un arquitecto.
“Ha habido mucha suerte. Es muy fácil estar dentro de esa iglesia”, señalaba una maestra jubilada del colegio a este medio sin dejar de mirar con nostalgia los restos de una fachada ladrillada de una parroquia que ya es historia. Estaba emocionada por todos los momentos que ella y su familia han pasado en esa iglesia. Hemos vivido mucho allí: este verano fue el funeral de mi padre, mis niños también fueron alumnos e hicieron allí la comunión, la misa de los domingos...en esa iglesia siempre ha habido mucho trasiego”, relata.
Y es que
una vez recuperados del shock inicial de lo que hubiera podido pasar, la comunidad educativa ha hecho piña y ha vivido los últimos días más agradecida que nunca a Santa Rafaela María. Su cuadro fue recuperado intacto entre los escombros, junto con la corona del Cristo de la Iglesia, vasos sagrados y una talla de la Virgen. Este cuadro con la imagen de la religiosa, que el equipo directivo recibió de los bomberos sin poder contener las lágrimas, se ha convertido en un símbolo para toda la comunidad educativa de Las Esclavas.
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El pasado viernes, de forma espontánea, los escolares aprovechaban la
suspensión de las clases para llevar flores blancas como ofrenda y darle las gracias por haberles protegido. “¡Rafaela María gracias!” rezaba en uno de los murales con dibujos realizados por los alumnos, mientras que en otro, presidido por una foto del interior de la iglesia y su fecha de construcción y demolición (1968-2022), los alumnos dejaban su firma. Este espacio atesoraba infinitos recuerdos para toda la comunidad educativa. Los bomberos también pudieron recuperar la cruz del frontal de la capilla el viernes. “No hay palabras para tanta solidaridad y amor recibido. Gracias por las iniciativas espontáneas de toda la gente que quiere al cole. La Reparación, pieza clave en el carisma de Las Esclavas, cobra más sentido que nunca en este momento y con vosotros y vosotras de nuestra mano”. Este es el mensaje de agradecimiento que el colegio ha publicado en su cuenta oficial de Facebook, que ha pasado por uno de los días más complicados de su historia.
