Fuentes del Ejecutivo han confirmado que la reforma, anunciada para antes del verano, no está en estos momentos en la agenda y no tiene fecha.
Es complicado así que el Gobierno cumpla la resolución que el pleno del Congreso aprobó el pasado mes de mayo, en la que le instaba a presentar antes de que acabara este periodo de sesiones (en julio) el anteproyecto de reforma de la ley orgánica de libertad religiosa.
La actual ley data de hace treinta años y el Gobierno quiere adaptarla a la realidad.