El Pleno del Ayuntamiento de Cádiz ha aprobado este jueves el cambio de nombres de hasta trece calles después de que el equipo de Gobierno rectificara hasta en dos ocasiones, con seis modificaciones, la propuesta que se ha sometido a debate.
“Hemos intentado, tras escuchar a colectivos, vecinos y solicitantes (de las modificaciones) buscar el conceso y la convivencia en un ejercicio de responsabilidad”, ha explicado Maite González, portavoz del PP, respecto a lo que la oposición ha considerado bandazos intolerables.
“Han sido torpes, inaccesibles y autoritarios”, ha censurado David de la Cruz, por parte de Adelante Izquierda Gaditana. “No se puede jugar con los recuerdos de personas y familiares como Manuela Molina o Paca Briceño, que han estado una semana a la espera del capricho del equipo de Gobierno para saber si tendrán calle; eso no se puede perdonar”, ha remachado.
Asimismo, Lorena Garrón, también por la coalición de izquierdas, ha recordado que el PP abandonó el Pleno de noviembre de 2021, cuando el anterior equipo de Gobierno, liderado por José María González, Kichi, planteó otro bloque de modificaciones en el callejero. “A ustedes lo que le molestaban es que se sacaran” del mismo “a fascistas”, ha reprochado De la Cruz.
El portavoz del PSOE, Óscar Torres, también ha lamentado “el espectáculo” dado, ya que “lejos de honrar a las personas y colectivos hoy, ustedes se han erigido en protagonistas de este Pleno”.
En la línea de Adelante Izquierda Gaditana, Torres ha señalado que las autoenmiendas se han debido a las protestas vecinales, lo que evidencia que no ha habido participación antes de la celebración de la Comisión del Nomenclátor. “Tendría que haberse hecho antes”, ha insistido.
Y ha insistido en que, “para evitar otro mamarracho como este en el futuro”, es preciso iniciar la redacción de la ordenanza que marque criterios objetivos, tal y como planteó el PSOE en octubre de 2020 y aprobó el Pleno con los votos del PP, recomendando finalmente al equipo de Gobierno que aclare sus prioridades porque el cambio de calles, según el alcalde, no era lo más importante y, sin embargo, “es lo único que han hecho en once meses”.
En su segunda intervención, Maite González ha admitido que “necesitamos un reglamento”, pero también ha marcado distancia con Kichi, quien “ante quejas y alegaciones de los vecinos, invitaba a empadronarse en otra ciudad si no gustaban las propuestas”.
Y, tras lamentar que la oposición “no abra la boca” en la Comisión del Nomenclátor, convierta “un gesto bueno para personas, instituciones o momentos” de relevancia para la ciudad “en una disputa”.
