Desde Fiestas Mayores, por su parte, se insta a crear alguna fiesta local durante su celebración más famosa.
La Feria de Sevilla tiene la particularidad de que no incluye días festivos locales, al contrario que la mayoría de las ciudades, a pesar de lo cual el recinto se llena a diario por personas que al día siguiente tienen obligaciones laborales y que compaginan diversión y trabajo como pueden.
Durante la Feria, que este año se desarrolla entre el lunes 2 y el domingo 8 de mayo, la mayoría de los comercios y oficinas abren en su horario habitual o lo reducen alguna hora, y siguen su ritmo habitual las grandes industrias, como los astilleros o el sector aeronáutico.
También hay forofos de la Feria que piden días festivos para poder celebrarla sin limitaciones horarias y algunas empresas y organismos oficiales dan un día libre a sus empleados, generalmente el viernes.
Desde Fiestas Mayores, por su parte, se insta a crear alguna fiesta local durante su celebración más famosa, que supone una inversión municipal de 3,6 millones y tiene un impacto en la ciudad cifrado en 675 millones de euros.
Los colegios dan permiso a los estudiantes y a los profesores entre el miércoles y el viernes inclusive, lo que obliga a numerosos padres a hacer virguerías para colocar a sus hijos mientras ellos van a trabajar.
Además, las empresas suelen utilizar la caseta de Feria como lugar de negocios para cerrar tratos o, sobre todo, para establecer un contacto informal que pueda concluir con algún acuerdo comercial futuro, y esas mismas compañías invitan algún día a su personal a comer y beber en el Real.
Hay ejemplos de cómo compaginar trabajo y Feria para todos los gustos, pero lo habitual es asistir por la mañana al centro laboral para cumplir el horario y luego pasarse por el Real hasta la noche, ya que el ambiente festivo no empieza hasta pasadas las dos de la tarde.
Tras el trabajo, siempre se va a la Feria con la intención de retirarse temprano, en torno a las doce de la noche, lo que no siempre se puede cumplir, especialmente si se está bien ambientado.
Si se logra una retirada a tiempo, es más fácil que al día siguiente el rendimiento laboral sea adecuado o al menos no quede completamente resentido.
Como no siempre es posible tomar la decisión adecuada, es habitual encontrarse a compañeros de trabajo algo perjudicados.
El arquitecto alemán Christoph Wübe, afincado en Sevilla desde hace más de 20 años, resume su visión de cómo se compagina en la ciudad la Feria y el trabajo: “Existe el espejismo de que todo funciona, cuando en realidad disminuye la eficacia laboral, sobre todo en trabajos que requieren un esfuerzo intelectual”.
La delegada de Fiestas Mayores, Rosamar Prieto, califica como “sorprendente” que no exista un día festivo y pide a los políticos que aborden la posibilidad.