No le gustan las etiquetas, pero Rafael Quirós, alcalde de Barbate y candidato a la Secretaría General del PSOE en la provincia de Cádiz, no duda en afirmar que defiende a José Antonio Griñán como su secretario general en Andalucía y como presidente de la Junta, pero que eso no conlleva renegar, por ejemplo, del actual secretario provincial, Francisco González Cabaña, “quien me metió en este lío, al igual que hizo con Irene García”, alcaldesa de Sanlúcar, y su rival en la carrera por liderar al PSOE gaditano en los próximos cuatro años. Rafael Quirós habla de los motivios que le llevan a presentarse como candidato, habla de sus propuestas y habla sobre todo, de recuperar la calle, la participación y algo tan emblemático como las casas del pueblo.
—Tal y como usted lo definió, ¿qué hace metido en este “lío”?
—Como sabéis, quedará vacante la Secretaría General del PSOE en la provincia tras la próxima marcha de Francisco González Cabaña, y nosotros ya teníamos un grupo de trabajo que nació para el Congreso Federal. Durante este tiempo hemos estado hablando y decidimos poner en marcha una candidatura, lo que pasa es que hemos querido respetar los tiempos, y no hemos dicho quién encabezaría esta candidatura hasta que no terminó el Congreso Extraordinario. Ahora toca presentar el comité de campaña y la candidatura. Y a todo esto me ha tocado a mí presentarme para secretario general. Ahora se presenta Rafael Quirós contra Irene García, su proyecto político contra el mío, pero no hay nada más, es una competición y el que pierda se pondrá a disposición del que gane. No hay que dramatizar, somos rivales, y es que ahora parece que Irene y yo ni nos hablamos, algo que nada tiene que ver con la realidad. Somos rivales, presentamos cada uno un proyecto que votarán los militantes. No hay nada más que eso.
—La idea de que usted encabece una lista, ¿es consensuada con el grupo?
—En el grupo se vio claro que había dos cabezas visibles por nuestro cargo municipal. Hablamos de Gemma Araujo y yo. A ella le tocó encabezar la lista del Congreso Extraordinario y tras el mismo, un día yendo hacia Jerez, nos paramos en una venta y se decidió que yo encabezara la lista para el 14 de julio, y así se lo trasladamos a los compañeros. Estaba claro que era Gemma o yo… esa era la duda.
—¿Y Arsenio Cordero (exalcalde de Alcalá de los Gazules)?
—Bueno, Arsenio Cordero, la verdad es que ahora mismo está en una segunda fila por la ‘pirula’ que le hicieron en su pueblo, pero bueno, Arsenio, Gabriel Almagro, José María Reguera, Camas, Silvia López, tenemos a mucha gente en nuestro grupo sobradamente preparada para el cargo… la verdad es que yo ni me lo podía imaginar. Pero surge así, y a mí no me dan miedo estos temas, suelo tirarme a los charcos aunque sea sin agua. Nosotros llegamos aquí con las manos vacías, ni repartimos, ni damos, ni prometemos más que trabajo, y que realmente se verá un cambio en el partido en la forma de actuar.
—¿Por qué hace falta ese cambio en la forma de actuar?
—Porque esta situación de crisis económica así lo requiere y va cambiando día a día.
—¿A qué se refiere con “volver a tomar el pulso a la calle”? ¿Es que se ha perdido un poco ese contacto?
—Un poco no, se ha perdido mucho. El partido ha perdido el pulso en la calle. Eso se ve. Recuerdo que hace unos ocho años, en cualquier asociación, en cualquier colectivo, en las cofradías, en las hermandades, en las asociaciones de padres, había siempre gente del PSOE, no para ‘politizar’ o mediatizar o controlar, pero sí había alguien del partido porque tenemos que estar en la sociedad. Ahora parece que con estar en las redes sociales, ya está todo hecho. El 2.0 no lo arregla todo. Hay que tener contacto con la gente no sólo a través de la pantalla de un ordenador, sino cara a cara, conocer los problemas de los colectivos, las asociaciones de vecinos, para que ese problema llegue al partido y trate de buscar soluciones. Creo que eso debemos recuperarlo, de ahí es donde sale las políticas que hay que hacer en las ciudades y en los pueblos.
—¿Habla usted también de las Casas del Pueblo?
—Sí, es algo que escucho en casi todas las asambleas, es una propuesta que está teniendo una gran acogida entre los militantes. Para nosotros es una prioridad hacer revivir el espíritu de las casas del pueblo, y allí estamos manteniendo los encuentros con las bases. El objetivo es abrirlas de nuevo al pueblo, volver a sus antiguas funciones para que vuelvan a ser el epicentro del nuevo socialismo. Queremos que las casas del pueblo sean abiertas, formen parte de la vida sociocultural de nuestros municipios. Lo que no podemos consentir es que, como nos dijo una militante, hay quien no puede acceder a ella por culpa de las barreras arquitectónicas. Es decir, por no poner una rampa en la entrada. Que esto ocurra es inconcebible.
—Que haya dos listas, ¿es un problema o una ventaja de la democracia interna del partido?
—Tenemos un sistema como el de las primarias para elegir un candidato, y tenemos otro sistema para elegir al secretario general. Ahora se presenta a la Secretaría General Irene García y otra persona que se llama Rafael Quirós. Serán los militantes y los delegados los que van a elegir quién dirigirá al partido durante los próximos cuatro años. No veo donde está el problema. Es más cómodo que haya una sola lista, pero si los dos creemos que nuestro proyecto es el mejor para el partido, bienvenido sean. El problema es el día después. El que pierde debe respetar a la Ejecutiva Provincial, cosa que en estos dos últimos años no ha pasado con González Cabaña. Y es que desde dentro de la propia ejecutiva, algunos que van en la lista de Irene García, no ha respetado la autonomía de la misma. Ahí surge el problema. La cuestión es ser respetuosos y leales, algo que no ha ocurrido desde hace dos años.
—¿Es usted ‘griñanista’?
—Yo soy ‘griñanista’ porque es el presidente de la Junta de Andalucía, es mi secretario general en la región, y evidentemente, soy ‘griñanista’.
—¿Es usted renovador?
—También soy renovador, y fui ‘chavista’ cuando Manuel Chaves era el presidente, y también defendí a José Luis Rodríguez Zapatero cuando estaba en el Gobierno, con sus luces y sus sombras.
—¿Y es usted ‘pizarrista’ y ‘cabañista’?
—Evidentemente, Paco Cabaña fue el que me metió en este lío y el que, desde la presidencia de la Diputación, me ayudó en muchísimas ocasiones. Pero no sólo a mí, porque a Irene García, cuando contaba sólo con 19 años, la puso de diputada. Y luego la puso de candidata a la Alcaldía de Sanlúcar, y luego la volvió a poner de diputada provincial en esta legislatura, y la puso la Ejecutiva Regional, no entiendo por qué hay que renegar que Cabaña. Además, él se va y se va tranquilo. No entiendo todo eso de las etiquetas.
—Pero como dijo Gemma Araujo, las etiquetas han vuelto… ¿por qué?
—Porque así lo quieren muchos de los viejos roqueros que quedan pululando y que tratan de controlar y manipular las dos listas. Pero en la nuestra lo tienen claro, pero en la de enfrente siguen manipulando alguno que otro que tiene asegurado su cargo y su puesto, y a partir de ahí se dedican a intentar manipular y etiquetarte. Entiendo que habrá doscientas mil fotos mías con Paco Cabaña, y con Griñán, con Verdú, con Paco Carrera, con Pizarro, con Chaves. Y es que he dado muchas vueltas.
—¿Cómo le explicaría de forma breve al militante en qué se diferencia su propuesta de la de Irene García?
—No te puedo decir las diferencias. Sí te puedo contar lo que vamos a hacer. Nosotros vamos a trabajar, vamos a organizar el partido de abajo a arriba. Queremos que los militantes tengan voz, no sólo cada tres o cuatro años, sino durante toda la legislatura. Vamos a intentar fomentar la participación. Es lo que más nos piden. Como ya he dicho, queremos recuperar las casas del pueblo, que allí se celebren nuestras ejecutivas. Queremos aparecer por esas casas del pueblo para explicar la gestión provincial con respecto al municipio en cuestión. Explicar a la gente lo que se está haciendo. Esta es la idea. Que el militante o el simpatizante pueda decirle a la cara de su secretario general lo que quiera, siempre dentro del partido.
—¿A qué se refiere con un PSOE gaditano “autónomo”?
—No hablo de autonomía, hablo de intentar lograr que las seis zonas, territorios o comarcas, en las que se divide nuestra provincia, tengan una sola voz, para que cuando vayamos al Comité Regional, llevemos nuestra opinión sobre la resolución de los problemas que tiene nuestra provincia, que como todo el mundo sabe, en Jerez es uno, y en la Bahía es otro. Lo que no queremos es ir a Sevilla y que nadie nos diga lo que tenemos que decir. Y cuando se vayan a nombrar cargos en la provincia de Cádiz, la ejecutiva sea participe y conocedor de esos cargos. Es lo mínimo. Tenemos que ser cómplices y partícipes de las decisiones que se tomen con respecto a Cádiz porque luego nos toca a nosotros ir a defenderlas y explicarlas a los pueblos. La idea es ir de abajo a arriba. Cuando hablo de autonomía es eso, compartir decisiones porque todos estamos en el mismo barco.
—¿Existe malestar por la poca presencia de socialistas gaditanos en el nuevo organigrama de la Junta de Andalucía?
—Creo que fue Juan Carlos Ruiz Boix, alcalde de San Roque, el que el otro día le exigió al presidente Griñán que hubiera más nombramientos de gente de Cádiz, y yo me sumo a esta petición, más que exigencia porque para ello se encargan los consejeros. Espero que en los nuevos nombramientos la provincia de Cádiz tenga más presencia. Pero bueno, pedir, incluso suplicar, pero de ahí a exigir va a un tramo. No podemos exigir a un consejero que nombre a su gente, pero entendemos que sería un detalle que hubiera gente de Cádiz en el nuevo Gobierno. Y es que Griñán se comprometió a algo que comparto, y era que iba a elegir a la gente por su capacidad. Y si no elige gente de Cádiz, algún que otro malpensado puede sacar unas conclusiones alejadas de la realidad.
—¿Qué ha pasado en el PSOE de Jerez que no le ha gustado?
—No ha pasado nada que no me haya gustado, pero la fotografía en Jerez con Manuel Jiménez Barrios, Irene García y Pilar González, entiendo que de renovación tiene poco. Sobran las palabras, hay que buscar perfiles ganadores.
—Hay dos listas… pero os une, imaginamos, luchar contra las políticas del PP
—Hombre, evidentemente hay algo que nos une y que está por encima de todo esto. Los recortes que está ejecutando el PP son brutales. El domingo entra el vigor el copago farmacéutico, algo impensable para los socialistas. El rescate a los bancos con cien mil millones que nos van a endosar en nuestras espaldas. Ahí sí que estamos de acuerdo todos los socialistas. El PP tiene una mayoría absoluta, y nosotros tenemos que combatir esas políticas con propuestas nuevas y vuelvo a decirlo, de abajo hacia arriba. No diría que es el enemigo, pero las políticas de recorte que están ejecutando son una auténtica barbaridad. Y si le preguntas a Irene García, seguro que también las ve como una auténtica barbaridad.