Ante la llegada de la época estival y conscientes del aumento en estas fechas de la venta ambulante, el Colegio de Veterinarios de Cádiz y la Unión de Consumidores de Cádiz, una vez más, hacen un llamamiento a consumidores, administraciones y fuerzas y cuerpos de seguridad para seguir trabajando en pos de la protección de la salud de los consumidores. Ambos colectivos recuerdan la existencia de procedimientos de control regulados por las normas vigentes y además, informan de una serie de normas higiénicas mínimas a seguir para velar por la protección de la salud de los consumidores. La primera de estas exigencias es que el operador alimentario esté autorizado.
Hecha esta consideración, desde la institución colegial, “como profesionales de la seguridad alimentaria” y junto a la organización de consumidores, expresan su deseo de realizar un llamamiento a:
• Los consumidores: Para que no compren alimentos en establecimientos no autorizados. Y en especial, “nunca”, productos perecederos a granel (carnes, pescados, huevos, moluscos y crustáceos), ni comidas preparadas sin tratamiento térmico final (ensaladillas, ensaladas, moluscos crudos…) Estos productos son los que más peligros pueden ocasionar para la salud: la carne (salmonellas, E.coli) pescado (histamina), moluscos (Biotoxinas), huevos (salmonella), comidas preparadas sin tratamiento térmico (listeria) y comidas preparadas con tratamiento térmico, como tortillas de patatas (Salmonella), entre los riesgos más significativos de los posibles.
• Las administraciones y sus responsables: Para que pongan todos los medios a su alcance para facilitar los procedimientos de control.
• Las fuerzas y cuerpos de seguridad: Para que actúen con responsabilidad denunciando y actuando ante cualquier establecimiento no autorizado.
“La venta ambulante de alimentos seguros no es tarea fácil”
En estas fechas, las dos entidades se encuentran trabajando en la nueva campaña de sensibilización, prevención e información ciudadana que lanzarán este verano. La campaña contendrá información relacionada con la seguridad de los alimentos (Ver borrador al final del documento). No obstante, creen importante aprovechar esta comunicación para despejar dudas sobre los requisitos mínimos que los comercios ambulantes deben cumplir para garantizar la venta de alimentos seguros.
En el caso de estos establecimientos, “también han de cumplir unas estrictas normas de higiene para evitar, o reducir al máximo, el peligro de contaminación en todas las operaciones que se llevan a cabo. Las precauciones deben ser extremas, desde la preparación y venta del producto hasta la recogida al final de la jornada, más aún si el establecimiento cambia a diario de ubicación, ya que en estas operaciones la manipulación de los alimentos es constante”, manifiesta el Colegio de Veterinarios.
Desde el punto de vista del colectivo veterinario, “la principal herramienta de prevención es el conocimiento, de ahí que todos los responsables y los trabajadores/as deban conocer cómo manipular los alimentos y los posibles riesgos de contaminación”. Cabe mencionar que estos establecimientos “también están obligados a disponer de un documento de autocontrol en el que, de forma simplificada, han de describir qué se hace cada día para lograr el objetivo de vender productos con suficiente garantía sanitaria para los/las consumidores”.
El/la titular del puesto “tiene la responsabilidad de garantizar la formación del personal que está en contacto con los alimentos, según la legislación vigente”, recuerdan desde el ICOV Cádiz. “Tanto él/ella como todos los trabajadores y las trabajadoras que en algún momento manipulen alimentos deben tener un buen conocimiento acerca de su higiene y su manipulación. Es aconsejable reciclar esta formación de manera continuada para asegurar una buena praxis”. Es importante recordar que “la manipulación de alimentos por parte de personas ajenas al personal del establecimiento está prohibida, así como la presencia de animales de compañía”, aspectos “algo complicado, sobre todo en mercados ambulantes donde los clientes pasean, tocan y escogen los productos y quizá lo hagan en compañía de sus mascotas”, reconoce el Colegio de Veterinarios. En cualquier caso, hay que mencionar que “ante cualquier posible contaminación, el titular del establecimiento es el máximo y único responsable”, señala el colectivo profesional.
Desde la Unión de Consumidores de Cádiz “consideramos importante que el consumidor conozca los riesgos a los que se expone por la compra de productos derivados de la venta ambulante ilegal”. En este sentido, “no estamos hablando de una simple reclamación, sino de una que incide en la seguridad alimentaria y, por tanto, en el ámbito de la salud”. Por ello, “desde UCO Cádiz consideramos que deben evitarse estos riesgos por el consumidor, a la par de que las Administraciones Públicas establezcan medidas de control y seguridad de todos los productos que están en el mercado”, asegura la entidad.
“Esta petición ha sido constante a lo largo de los años por parte de la Unión de Consumidores de Cádiz y consideramos que no debe bajarse la guardia en cuanto a este asunto de primera magnitud”, enfatizan.
Nota a los medios: para ampliar más desde el punto de vista de la Normativa Sanitaria, son de especial interés los artículos 8, 14 del Reglamento Nº 178/2002 del parlamento europeo y del consejo de 28 de enero de 2002, por el que se establecen los principios y los requisitos generales de la legislación alimentaria, se crea la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria y se fijan procedimientos relativos a la seguridad alimentaria; así como el Capítulo III del Reglamento (CE) del Parlamento Europeo y del Consejo de 29 de abril de 2004 relativo a la higiene de los productos alimenticios.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
A continuación, facilitamos el borrador del texto de la campaña a la que hacíamos referencia en la nota de prensa.
Borrador campaña informativa ALIMENTOS SEGUROS Y ESTABLECIMIENTOS AMBULANTES, COMPRA SEGURO POR TU SALUD Y LA DE TODOS
Mercancías seguras
Tanto si son mercados diarios ubicados en instalaciones municipales o ambulantes, el colectivo veterinario recuerda que “hay que controlar los productos para garantizar la seguridad alimentaria de los consumidores finales”. En los alimentos, “su origen ha de ser cierto y documentado, esto es proceder de industrias autorizadas y poseer documento comercial acreditativo e identificación de lotes, para guardar la trazabilidad desde su recepción hasta su venta; un proceso indispensable para asegurar la salud pública ante posibles incidencias sanitarias”, matizan los veterinarios.
En la recepción y durante el almacenaje deben cumplirse las siguientes pautas, según explican desde el ICOV Cádiz:
• Disponer de un espacio adecuado para almacenar los alimentos.
• Comprobar los productos recibidos y su estado general antes de almacenarlos y, en caso de no estar en conformidad con el proveedor, devolverlos.
• Mantener en frío los alimentos que lo requieran y evitar romper la cadena de frío.
• Mantener los alimentos en lugares limpios, frescos, secos, ventilados y protegidos de la luz solar.
• Separar los alimentos que se venden y consumen crudos de los ya elaborados y listos para consumir.
• Asegurar la rotación de los productos para evitar vender alimentos que han sobrepasado su vida útil.
• Separar los alimentos de otros utensilios como bolsas o balanzas.
• Antes de salir a montar el puesto de venta, se debe revisar el estado de la mercancía para retirar posibles alimentos estropeados. Se han de limpiar y desinfectar todos los utensilios como balanzas, cuchillos o maderas de corte.
El transporte y montaje diario
Desde la organización colegial veterinaria inciden en que “el principal objetivo en el transporte de alimentos es mantener el vehículo en un perfecto estado higiénico y utilizarlo, en la medida de lo posible, solo para este fin”. En el caso de que se utilice también para otras mercancías, “los días de mercado solo deben transportarse alimentos en el vehículo”, explica el Colegio de Veterinarios. “Si el producto alimenticio requiere frío, debe comprobarse la temperatura interior y el correcto funcionamiento de los indicadores de temperatura. Además, hay que evitar el contacto directo de los alimentos con superficies sucias del vehículo, como paredes, techo, ventanas o suelo”.
Tal y como explican desde la comisión de Salud del Colegio de Veterinarios, “preparar el puesto para la venta de productos alimentarios también conlleva el seguimiento de unas normas o pautas de higiene como:
• Los materiales deben ser resistentes, inalterables, de fácil limpieza y desinfección e inoxidables.
• Apagar el motor del vehículo en todo momento.
• Asegurarse de que el lugar destinado al montaje de la parada está en perfectas condiciones de higiene y que no hay ningún foco de contaminación externa.
• Es aconsejable el uso de guantes para montar la parada y evitar posibles heridas que después puedan contaminar los alimentos.
• No dejar ningún utensilio (bolsas, balanzas, tijeras o cuchillos) en el suelo.
• No golpear los alimentos y manipularlos con delicadeza.
• Exponer los alimentos en mostradores con una altura superior a 80 cm, desde el suelo.
• No sobrecargar el mostrador de alimentos ya que pueden caer al suelo, contaminarse y sufrir golpes.
• Separar los alimentos de cualquier posible fuente de contaminación, como los cubos de basura, generadores de electricidad, vehículos o paredes.
• No utilizar elementos de decoración que puedan contaminar los alimentos.
Durante la venta
“Ante todo se deben cumplir las exigencias de la organización/administración, que varía en cada municipio, y mostrar la autorización municipal de venta para que el consumidor la vea”, asegura el ICOV Cádiz. Otras consideraciones que hay que tener en cuenta, según el colectivo son:
• Vender solo el producto por el cual se tenga autorización.
• Exponer el precio de venta al público con carteles indicadores y sin pinchar los alimentos, ya que se dañan y se pueden contaminar.
• Informar sobre posibles alérgenos.
• Mostrar en todo momento los productos que se venden y reflejar su peso y su precio.
• Etiquetar todos los productos elaborados y de venta fraccionada, como quesos, embutidos o pasteles.
• Utilizar ropa adecuada o bata para cubrir la ropa de calle.
• Recordar a los clientes que no manipulen los alimentos a no ser que los compren.
• Proteger los alimentos de condiciones adversas de temperatura o humedad.
• Separar los alimentos de distinta naturaleza para evitar contaminación cruzada.