España es uno de los países donde son más frecuentes las interrupciones durante las clases, el absentismo de los alumnos o su retraso a la hora de llegar al aula, entre otros comportamientos que dificultan el trabajo de los docentes.
Además, este país supera la media en otros problemas más graves como son los robos en los centros escolares, las intimidaciones o abusos verbales a profesores y alumnos, las agresiones entre estudiantes y el uso o posesión de drogas.
La consulta se llevó a cabo entre profesores y directores de los dos primeros cursos de educación secundaria y directores de escuela de 17 países del continente europeo, y de otros seis del resto del mundo (Australia, Brasil, México, Corea, Malasia y Turquía).
En la encuesta, de carácter voluntario y realizada entre 2007 y 2008 por la OECD en colaboración con la Comisión Europea (CE), no han participado algunos de los países más importantes de la UE como Alemania, Holanda, Francia o el Reino Unido.
En España, el 53% de los docentes consultados afirmó que el absentismo estudiantil en su centro educativo dificulta la enseñanza “mucho” o “hasta cierto punto”, ante la media del 45% de los 23 países participantes.
El mismo porcentaje de directores y profesores españoles citó como dificultad el retraso de los alumnos al llegar a clase, ante el 40% de media.
España también supera al conjunto en disturbios más serios como son el robo (22%, ante el 15%), la intimidación o abuso verbal de los estudiantes (40%, ante el 34%) y de los profesores (27%, ante el 17%), el daño físico a los alumnos (23%, ante el 16%), y el uso o posesión de alcohol y otras drogas (20%, ante el 11%).
Las interrupciones o alteraciones del orden durante la clase fueron citadas por el 70% de los españoles, ante el 60% de media, mientras que el vandalismo fue señalado por el 28%, muy cerca del 27% del conjunto.