Cádiz

Unidos por el Orgullo Gay

La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, representantes del PSOE, IU y UpyD, los líderes sindicales y las principales organizaciones juveniles se unieron ayer en la cabecera de la gran marcha del Orgullo Gay.

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  • Un grupo de asistentes a la manifestación del Orgullo Gay ayer en Madrid. -
La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, representantes del PSOE, IU y UpyD, los líderes sindicales y las principales organizaciones juveniles se unieron ayer en la cabecera de la gran marcha del Orgullo Gay.

Portando una inmensa pancarta por “Una escuela sin armarios”, la cabecera comenzó a andar a las 18.00 horas en la Puerta de Alcalá y llegó sobre las 21.00 horas a la Plaza de España donde se leyó un manifiesto en favor de la normalización de la homosexualidad en las escuelas.

Aído aseguró que “tenemos muchos motivos para tener orgullo; somos un país abierto que ha hecho una apuesta clara por la ampliación de derechos”, y dijo que todos los gays, lesbianas, transexuales y bisexuales “tienen a su lado al Gobierno”.

La ministra lamentó que el 50% de los adolescentes homosexuales sufran violencia en la escuela y en los centros educativos y aseguró que “todos tenemos que ayudar a que la escuela sea un espacio seguro para la diversidad, porque lo que se aprende de pequeños se queda para siempre”.

A su lado, el presidente de la Felgtb, Antonio Poveda, expresó su orgullo porque “España sea un ejemplo en todo el mundo en el avance de los derechos sociales, pero tenemos que seguir avanzando, la lucha siguiente es la educación”.

Por su parte, el presidente de Cogam, Miguel Ángel Sánchez, subrayó que “lo que de verdad falta es prevención y hay que enseñarla en la escuela en la universidad y en todas partes”.

El secretario de Movimientos Sociales del PSOE, Pedro Zerolo, los sindicalistas Cándido Méndez de la UGT, Ignacio Fernández Toxo de Comisiones Obreras y el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, portaban también la pancarta principal, al tiempo que expresaron su apoyo a la causa.

Cortadas desde las cinco de la tarde, la Calle Alcalá, la plaza de Cibeles y el arranque de la Gran Vía madrileña aparecieron desbordadas por una riada humana que bailó al son de estruendosos altavoces agitando inmensas banderas con los colores del arco iris.

Medias de rejilla, tacones, maquillajes explosivos, minifaldas de cuero y boas de plumas fueron la indumentaria más visible tanto en hombres como en mujeres y avanzando entre la masa bandadas de ángeles, equipos de bomberos a pecho descubierto, decenas de vaqueros e indios en actitud pacífica y policía, mucha policía, algunos con tacones y otros con el uniforme reglamentario, intentando poner orden en la algarabía.

Tras la pancarta, 31 carrozas llenas de música y colorido y una marea humana de más de un millón de personas.

La caravana de carrozas iba encabezada por la del Consejo de la Juventud, seguida de las de UGT y Comisiones Obreras, y a continuación las de los tres partidos políticos que se han sumado a la marcha: PSOE, IU y UPyD.

Comercios y empresas dirigidos al público gay como el Mercado de Fuencarral, la revista Shangay o la peluquería Juan por Dios de Malasaña también salieron a la calle a bordo de grandes carrozas, entre las que también destacaban las de los patronatos de Lanzarote y Fuerteventura, y la de Google, que este año cerraba la marcha.

Mientras, la Confederación Española de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (Colegas), se ha desvinculado de la Marcha del Orgullo Gay por considerar que ha perdido totalmente su carácter reivindicativo para convertirse en un mero carnaval festivo.

Según Colegas, la marcha debería llamarse “Fiesta del Estereotipo y Parque Temático del Dinero Rosa”, por creer que es en lo que se ha convertido.

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