Al borde de la desesperación por la falta de carga de trabajo, los trabajadores de los astilleros de Navantia de Puerto Real, en la Bahía de Cádiz, se echaron esta semana a la calle en una protesta caracterizada por la ausencia total de incidentes. La manifestación recorrió las calles de la capital gaditana y reunió a más de mil doscientas personas que acabaron frente a la Subdelegación del Gobierno.
Ahora sí, sorprendió, un poco, que los operarios, durante su marcha, y cuando pasaron junto a las puertas de la factoría de Navantia en Cádiz capital, gritasen varios lemas como “si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra”; “la próxima visita será con dinamita”; o “invasión, invasión”.
A pesar del anuncio, el día anterior a la marcha, de la construcción de un Buque de Acción Marítima en dicha factoría, la manifestación no fue desconvocada porque “hemos conseguido la buena noticia de un buque de acción marítima, pero no es suficiente. Estamos pidiendo el cumplimiento del plan industrial, los ferris prometidos por Defensa, petroleros y contratos de energía eólica”, ha resumido entre las principales demandas del sector la presidenta del comité de empresa, Margarita Fornell, quien anunció que seguirá atentamente las decisiones del Gobierno para plantear nuevas movilizaciones a partir de septiembre, cuando se espera que unos mil operarios tengan que salir de la factoría de Puerto Real por falta de actividad suficiente para ellos.