El director general de Justicia Juvenil y Cooperación, Francisco Ontiveros, inauguraba días atrás en la capital gaditana el Punto de Información de Mediación (PIMA), uno de los dos con los que cuenta la provincia (el otro está en Algeciras). Estos PIMAs forman parte de la apuesta que desde la Junta de Andalucía se quiere realizar para fomentar la alternativa de la mediación en la resolución de conflictos.
Ontiveros, juez de profesión, explica a este medio que “la mediación es un medio alternativo en la resolución de conflictos, es un avance respecto a la jurisdicción y es un mecanismo de sociedad moderna porque implica al ciudadano, quien con mediación del mediador, buscan la solución a su conflicto, la cual no le va a ser impuesta por un tercero, en este caso el juez”.
“Es”, además, “un complemento idóneo a la jurisdicción ordinaria. No podemos olvidar que los jueces están sometidos al imperio de la Ley y que las soluciones que pueden ofrecer son las soluciones legales. Sin embargo, a través de la mediación, como son las partes implicadas las que buscan una solución a su conflicto, la solución que encuentra es más satisfactoria que una resolución judicial”
Los interesados en acudir a la mediación lo pueden hacer a través de los teléfonos disponibles en la página web o en las dos oficinas de la provincia, una en Cádiz capital y otra en Algeciras. Allí se les informará en qué consiste este proceso, qué consecuencias tiene, qué beneficios conlleva, al tiempo que como explica Ontiveros “se les ofrece una sesión informativa presencial”. También se le ofrece al ciudadano un catálogo de mediadores y se le hace la derivación tras su elección del mediador con el que trabajar. Una vez derivado, el punto de información, PIMA, hará un seguimiento del proceso.
En general la mediación cubre todos los aspectos de la vida, “pero sobre todo en aspectos civiles, mercantiles del día a día, como por ejemplo conflictos vecinales que acaban judicializándose y el punto de partida era una situación enconada que traían las partes que podría solucionarse a través de este proceso de mediación. Hablamos también de pequeñas disputas en el ámbito del comercio, entre empresarios, por cuestiones de lindes, o de supuestos débitos… en fin todos esos conflictos pueden ser susceptibles de mediación”, explica Ontiveros.
Luego hay otra vertiente que “es el tema de la mediación penal, es decir, la justicia restaurativa que se trabaja desde la Consejería pero desde otra línea”. Para ello “estamos elaborando un convenio con Instituciones Penitenciarias en la que ellos realizan selección de los victimarios que estén ya cumpliendo condena y se pondrían en contacto con nosotros a través del servicio de atención a las víctimas a las que preguntaríamos si quieren participar en los talleres de justicia restaurativa”.
En su ámbito profesional como juez previa a esta etapa en la Junta de Andalucía, Ontiveros relata que se ha encontrado con que “las víctimas, en los procesos judiciales, a veces lo único que querían es que les pidieran perdón. Y yo les decía que eso yo no podía hacerlo porque a mí la ley me obliga a imponerle a esa persona una pena si la considero culpable o bien absolverla. Y con esta experiencia se logra esa satisfacción reparadora, sobre todo para la víctima pero también para el victimario”.
Hay que resaltar que el proceso de mediación y el judicial pueden ir en paralelo. “Podemos encontrarnos la mediación con carácter previo a que se judicialice un asunto o bien en un asunto ya judicializado que es por lo que tenemos los puntos de información en sede judicial. El juez o las partes pueden entender que ese asunto puede ser susceptible de mediación y se derive. Incluso puede acudir a mediación cuando el proceso judicial esté cerrado ya para terminar de limar esas asperezas o todo aquello a lo que no alcanzó la citada resolución judicial”, indica.
Además, si las dos partes alcanzan un acuerdo mediante la mediación, se podría paralizar un proceso judicial. Es decir, si así lo estima el juez y deriva el asunto, “el proceso quedaría en suspenso un tiempo pequeño porque de lo que se trata no es de alargar los procesos, sino encontrar lo antes posible una solución al conflicto”.
El objetivo no es otro que “buscar una solución a su problema más satisfactoria que la que pueda obtener mediante un juicio ordinario es el principal beneficio para las partes, además de la descongestión de los juzgados evidentemente”.
La mediación comporta que las dos partes que quieran entrar en el proceso de mediación, siendo generalmente una de ellas la que da el primer paso. A partir de ahí, “todo el proceso está protocolizado para que una vez se alcance un acuerdo éste sea homologado”.
Ontiveros señala que “la Junta se ha volcado con este proceso. Se inauguraron en el mes de julio del pasado año los citados puntos de información a la mediación en todas las capitales de provincia y en Cádiz también en Algeciras (En Málaga también en Marbella). Era una experiencia piloto que iba a durar unos meses, pero a la vista de los resultados se harán unos nuevos contratos en los que el servicio pasará a prestarse en lugar de unos días y durante unas horas, a prestarse todos los días de la semana en horario de mañana en dichas oficinas. Y digo contratos porque son servicios que ofrecemos mediante contratos administrativos. Durarán dos años prorrogables otros dos años”.
Y es que “creemos realmente en los beneficios y en las bondades de la mediación. Esto no es decir al ciudadano que vamos a poner en juego el dinero público en algo en lo que no creemos y que no sea beneficioso para el mismo. De hecho la mayor parte de los países de nuestro entorno tienen muy implantado el tema de los medios alternativos a la resolución de conflictos como es la mediación. Por eso debemos ir avanzando como sociedad y buscar soluciones más modernas a los conflictos dejando a un lado modelos más tradicionales”.
Respecto a en qué situación se encuentra la mediación en Andalucía reconoce que “aquí estamos empezando a andar nuestro propio camino. Hay comunidades autónomas que nos llevan años luz de distancia en el tema de la mediación, como pude comprobar durante mi estancia en el País Vasco hace ya quince años. Y nosotros nos hemos incorporado al carro ahora y lo tenemos que hacer adaptándonos a nuestra propia realidad y singularidades geográficas. Tenemos que buscar nuestras propias soluciones”.
Para ello “el primer paso era institucionalizarlo, apostar por un servicio que presta la Junta de Andalucía y que así lo vea el ciudadano. Y ahora toca trabajar para ver cómo podemos seguir avanzando. Lo más necesario y que se llevará a cabo en los próximos tiempos es trabajar en una ley integral andaluza de la mediación que permita aunar todas las competencias sobre la mediación en la Consejería de Justicia y así evitar generar dispersión en el ciudadano”.
Por finalizar, Ontiveros explica que “la figura del mediador es un profesional altamente cualificado y capacitado cuyos requisitos fija el registro de mediadores. A este registro solo acceden quienes cumplen una serie de condiciones basadas en sus cualificaciones y en sus horas de formación y trabajo. Nosotros al no tener norma propia no contamos con un registro general de mediadores en Andalucía, aunque sí uno de mediadores de familia. Por eso en los citados puntos de información los mediadores que se ofrecen son aquellos inscritos en el registro del Ministerio de Justicia, y así el ciudadano sabe que quien le va a prestar el servicio es un profesional inscrito en un registro público para el que hay que estar capacitado”.