Un grupo de siete marineros griegos permanece en Algeciras desde el pasado mes de enero, viviendo a bordo del buque Panagia Parou, con bandera de Malta y perteneciente
a la naviera griega Nel Lines. La compañía lleva desde comienzos de año sin abonarles ni una sola mensualidad y el barco permanece atracado en el puerto de Algeciras desde entonces.
La mayoría de la tripulación se fue marchando con el paso de las semanas, aceptando otras ofertas de trabajo y renunciando a las entre 6 y 8 mensualidades que se les adeudaba. Sin embargo, un grupo de siete tripulantes, todos de nacionalidad griega, entre ellos el capitán del barco, permanecen a bordo, si bien apenas intentan comer y dormir en el mismo, ya que el aluminio que contiene es nocivo para la salud y evitan pasar demasiadas horas -ocho, como máximo- en el interior del buque.
El ferry de pasajeros llegó a Algeciras en agosto de 2012 y comenzó a realizar, primero en pruebas y después de manera oficial, el trayecto con Tánger-Med para la naviera Inter Shipping, la firma marroquí que adquirió las líneas entre los dos puertos de Tánger con los de Algeciras y Tarifa tras la quiebra de Comarit-Comanav, muchos de cuyos empleados padecieron una situación similar el pasado año.
Inter Shipping, comercialmente conocida como Inter Lines, es una filial de la naviera griega Nel Lines, que es la que, según narra uno de los marineros, que no ha querido hacer público su nombre, fue la que contrató a los empleados. El contrato, según detalla esta fuente, era por seis meses, aunque si la empresa no comunicaba su finalización, se iría renovando mes a mes. El capitán del barco es el encargado de comuni- carse con la naviera, si bien afirman que desde la misma no les dejan clara una explicación a la situación y dan por falsas todas las excusas que les ponen desde Grecia para no pagarles.
Durante estos meses apenas han ido recibiendo algo de dinero (unos 300 euros cada dos meses) para gastos cotidianos, ya que disponen de comida y alojamiento (muy precarios ambos) a bordo del barco.
Un abogado inglés es el encargado de tramitar tanto la demanda por impago como la legalidad de sus documentos para permanecer en el país a la espera de una solución que les evite renunciar a la deuda.