Campo de Gibraltar

Irene García denuncia que el Gobierno mira a La Línea "con ojos partidistas"

La secretaria general provincial del PSOE denuncia una "permanente campaña de deslealtad y hostigamiento" a la localidad

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La secretaria general del PSOE de Cádiz, Irene García, ha lamentado la “permanente campaña de deslealtad y hostigamiento” que el Gobierno de la Nación viene concediendo al Ayuntamiento de La Línea y a su alcaldesa que, “lejos de recibir el tratamiento que merecen desde el punto de vista de la lealtad institucional y de la representatividad legítima de esa ciudad que encarnan, se ven permanentemente condenados al desprecio”.

Irene García se ha referido al último de estos episodios, vivido ayer mismo con la visita de la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, “quien, además de no invitar a la alcaldesa a un acto supuestamente institucional en su primera visita a la ciudad, se permite el lujo de censurar públicamente que no acudiera a recibirla a pie de automóvil”. En este sentido, la secretaria general y portavoz del Grupo Socialista de la Diputación ha destacado que “la alcaldesa de La Línea merece, por sí misma y por su condición de representante de esa ciudad, toda la lealtad que el Gobierno del PP le viene negando. Y, desde luego, no solo debe ser invitada oficialmente a cualquier acto institucional que el Ejecutivo desarrolle en esa localidad sino que en todo caso recibiría a la delegada en su despacho del Ayuntamiento, para tratar allí los principales problemas que padece la sociedad linense, muchos de los cuales se están agravando por la actitud irresponsable de la Administración central”.

La secretaria general, quien ha mantenido hoy un encuentro de trabajo con la alcaldesa linense, Gemma Araujo, ha censurado que la delegada del Gobierno haya visitado La Línea para trasladar “una supuesta sensibilidad con los trabajadores españoles en Gibraltar que brilla por su ausencia, ya que ella y el ministro Fernández Díaz son los únicos responsables de los controles arbitrarios que provocan retenciones de horas y horas, y que perjudican tanto a los conductores como a los peatones”. “Después de constantes desplantes y desprecios por parte del subdelegado del Gobierno en la provincia, ahora es incluso la delegada en Andalucía quien mantiene esa forma de actuar que parece ser consecuencia de una actuación consciente y premeditada del aparato del Gobierno de la Nación, que está empeñado en ver constantemente a La Línea con los ojos partidistas del PP. Seguramente eso explicaría además la situación de privilegio que el presidente provincial del Partido Popular ocupa en todas las fotos que ilustran la visita de ayer”, ha señalado.

Irene García ha lamentado que “la cortedad de miras y el sectarismo de la delegada del Gobierno ha provocado que haya dejado pasar una oportunidad de oro para sentarse con la alcaldesa y abordar cuestiones básicas como el reconocimiento de la singularidad de La Línea, así como para buscar la posible solución de algunos de los principales problemas de la localidad, que desde luego no se arreglan aludiendo a una supuesta sensibilidad que no existe por ningún lado”. “El hecho de que la gran preocupación de la delegada del Gobierno en Andalucía con respecto a La Línea sea si la alcaldesa va a recibirla a la puerta de su automóvil oficial da la auténtica medida de esa inexistente sensibilidad de hacia la realidad de esa ciudad y revela un tic más propio de otros tiempos que del normal funcionamiento de las instituciones democráticas, basadas en unas relaciones de lealtad y de respeto entre Administraciones”, ha añadido.

La secretaria general ha concluido diciendo que el “nuevo desprecio” del Gobierno de la Nación hacia La Línea se manifiesta también en “la ausencia de interlocución con el colectivo de trabajadores transfronterizos o con los comerciantes de la localidad, que son quienes principalmente están sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de unos controles policiales que sí deberían preocupar y mucho a la delegada, aunque probablemente esperase que ellos también acudieran a recibirla a la puerta de su coche”.

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