“Los dos principales meses de verano no han ido mal, a pesar de la crisis económica”, ha comentado para este medio Vittorio Canu, presidente de la Asociación Chiclanera de Hostelería, quien insiste en que “las ventas han bajado respecto a años anteriores, pero el descenso no ha sido tan pronunciado como temíamos a principios de temporada”. Sólo durante la última semana de agosto los negocios han notado un descenso de clientes, debido al fin de las vacaciones para un gran número de visitantes. “Hasta el día 20 estuvimos prácticamente llenos todos los días, pero a partir de ahí comenzó a descender el número de clientes, aunque tampoco ha sido una bajada muy brusca”, reitera Canu, quien ha matizado que, a diferencia de veranos anteriores, “gran parte de las ventas se han llevado a cabo los fines de semana por las noches. Es curioso ver como las terrazas durante el día no se llenaban como en años anteriores, pero por las noches, sobre todo, durante los fines de semana, nos hemos encontrado desbordados ante la gran afluencia de personas”.
Otra de las incertidumbres que temían los hosteleros a principios de la temporada estival era el poder adquisitivo de los visitantes, sobre todo, de aquellos que se han alojado en los hoteles de la costa. “Pensábamos que los turistas apenas iban a salir de los hoteles, puesto que se alojarían con pensión completa, pero finalmente han consumido fuera”, manifiesta el presidente de los hosteleros locales. “Al permanecer pocos días en la ciudad, los visitantes han podido permitirse salir a comer fuera”, comenta.
Fin de la temporada
En otro orden de cosas, los hosteleros de la costa esperan con incertidumbre el desarrollo de la actividad económica en lo que aún resta de verano. De esta forma, el adelanto del inicio del curso escolar a la próxima semana provocará que los turistas (en concreto, aquellos que visitan la ciudad en familia) finalicen sus vacaciones antes que en años anteriores. “Siempre había familias que apuraban sus vacaciones hasta la segunda semana de septiembre, pero esta circunstancia llevará consigo que durante el día se note el descenso de clientes”, lamenta Vittorio Canu.
A pesar de ello, el presidente de la Asociación Chiclanera de Hostelería confía en que durante los fines de semana vuelvan a llenarse los negocios. “Nuestro objetivo es que, al menos, durante la primera quincena de mes podamos mantener la clientela durante las noches y los fines de semana, lo que sería muy importante para finalizar bien el verano”, aclara.