“
Cuántas veces llamaste a mi puerta y no te abrí”, comenzó su pregón Abelardo González mientras miraba con devoción al rostro de la Virgen de Regla del Pinar. “
Todo comenzó con una promesa”, recordó. La primera vez que llamó a su puerta fue cuando emprendió el camino de la peregrinación a los pies de la Patrona desde su Rota natal junto a su familia para cumplir una promesa pendiente de su bisabuela. Aquella tarde pudo cumplir lo que relata como un sueño, aunque todavía tenía una cuenta pendiente con su tío Cayetano, quien le sugirió una vez que fuese pregonero. “
Se lo debía a él y también a ti”, continuó haciendo referencia a la Virgen de Regla del Pinar situada a sus espaldas. Su tío le estaba arropando en su día especial, al igual que el resto de su familia. La de sangre y la que, sin serlo, como si también lo fuera: José, su hermano, quien asumió el reto de convertirse en su presentador. También su hija, su mujer, sus vecinos de Rota y
Mandalar, su grupo de sevillanas, que también participó en un pregón con el que Abelardo pudo terminar de cumplir su promesa, poner una sonrisa en la cara de su tío y abrir su puerta, esta vez sí, de par en par. También abrió su corazón, para expresar con devoción una historia de fe y de unión a la Virgen de Regla.
Al finalizar, toda la ermita se rindió al pregonero con un sonoro aplauso. También Juan Carlos Claver, hermano mayor de una Hermandad de Nuestra Señora de Regla del Pinar, y Luis Mario Aparcero, alcalde de Chipiona, que dedicó palabras de agradecimiento en su intervención “
a los hermanos roteños por lo que hacen por nosotros”. Fue una noche de muchos agradecimientos y reconocimientos. Al pregonero, que recibió su detalle por parte de la hermandad, pero también a otras personas que también terminaron por convertirse en protagonistas de la noche como
José Blanco, autor del cartel de la romería que fue presentado al finalizar, o la mujer del pregonero,
María del Mar, para la que terminó siendo, como para todos los presentes, una noche inolvidable.