El Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía ha tomado conocimiento este martes de que el proyecto de conexión entre los embalses de La Colada y Sierra Boyera, en la provincia de Córdoba, "está cumpliendo los plazos previstos" por la Junta y está ahora en período de información pública, y también ha conocido el Ejecutivo andaluz los informes favorables de los consejos del Agua a Planes Hidrológicos y de Gestión del Riesgo de Inundación de las cuencas andaluzas.
Según ha informado la Junta en una nota, el Gobierno andaluz trabaja, respecto al proyecto de conducciones de La Colada y Sierra Boyera, en la agilización de los trámites ligados a esta iniciativa, que afecta especialmente al Norte de la provincia de Córdoba para que, "si no hay imprevistos, las obras puedan comenzar a finales de 2023".
La construcción de las conducciones entre la presa de La Colada y la de Sierra Boyera conlleva una inversión pública de 11,3 millones de euros, dirigida a mejorar la garantía de abastecimiento de agua de 80.000 andaluces que residen en un total de 27 municipios cordobeses.
Por otro lado, el Consejo de Gobierno también ha tomado conocimiento de los informes favorables emitidos por los consejos del Agua de las demarcaciones hidrográficas intracomunitarias (Tinto-Odiel-Piedras-Chanza, Guadalete-Barbate y Cuencas Mediterráneas Andaluzas) a los respectivos proyectos de Plan Hidrológico y de Plan de Gestión del Riesgo de Inundación para el horizonte 2022-2027.
La revisión de estos documentos, que se enmarcan en las líneas básicas del Pacto Andaluz por el Agua, "es el resultado de un amplio proceso de participación pública articulada a través de la organización de talleres, jornadas de presentación y múltiples encuentros bilaterales durante los últimos meses".
De hecho, las planificaciones han recibido el apoyo mayoritario de los integrantes de su respectivo Consejo del Agua, formado por representantes del Gobierno andaluz y otras administraciones, usuarios (regantes y consumidores) y organizaciones relacionadas con los recursos hídricos (ecologistas, representativas de intereses económicos y sociales, y del conocimiento tecnológico y científico).
El objetivo final de la actualización es que los planes respondan a las demandas de agua necesarias para el desarrollo y crecimiento de los territorios, al mismo tiempo que buscan el buen estado de las masas de agua subterránea y superficiales de los ecosistemas dependientes y de las zonas protegidas. Además, las actuaciones contempladas en ellos persiguen mitigar, en la medida de sus posibilidades, los efectos de fenómenos climatológicos extremos como sequías o inundaciones.
Tras el informe favorable de los consejos del Agua, los planes se presentan esta semana al Consejo Andaluz de Medio Ambiente y al Consejo Andaluz del Agua. Posteriormente, el Consejo de Gobierno de la Junta analizará los documentos para dar su aprobación provisional y remitirlos al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. En última instancia, cuando el Consejo Nacional del Agua informe sobre los Planes Hidrológicos y de Gestión del Riesgo de Inundación, se trasladarán al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva.
En cuanto a la sequía, el informe sobre su evolución recoge un aumento de 30 hectómetros cúbicos (+0,25 por ciento) en los recursos embalsados con respecto a la semana anterior. Con esta aportación, Andalucía ha alcanzado los 3.544 hectómetros cúbicos, que suponen el 29,6 por ciento de su capacidad total de almacenamiento de la región. Si se compara con el agua disponible la misma semana de 2022, hay 246 hectómetros cúbicos menos y, en relación con la media de los últimos diez años, se registra un descenso de 3.088 hectómetros cúbicos.
Por esta razón, desde el Ejecutivo andaluz se sigue insistiendo en la importancia de "utilizar el agua de forma responsable y apostar por la mayor eficiencia en el uso de unos recursos que continúan siendo escasos".
En concreto, la cifra actual de agua embalsada supone una reducción de 282 hectómetros cúbicos respecto a enero del año pasado.
Atendiendo a las diferentes cuencas, el Guadalquivir experimenta un leve repunte al subir 30 hectómetros cúbicos (+0,3 por ciento) hasta los 2.021 hectómetros cúbicos. Su capacidad total es de 8.030 hectómetros cúbicos, por lo que se encuentra al 25,1 por ciento.
Por su parte, la demarcación hidrográfica Cuencas Mediterráneas Andaluzas desciende un hectómetro cúbico (-0,08 por ciento), hasta los 444 hectómetros cúbicos de agua embalsada, que representan el 38,36 por ciento de su capacidad total, mientras que Guadalete-Barbate aumenta sus reservas en dos hectómetros cúbicos (+0,1 por ciento), por lo que alcanza los 499 hectómetros cúbicos (30,2 por ciento).
Por último, la cuenca del Tinto-Odiel- Piedras-Chanza se encuentra al 52 por ciento de su capacidad al descender a 580 hectómetros cúbicos, uno menos, lo que supone un 0,08 por ciento menos.