Córdoba

La Mezquita-Catedral recupera el machón nororiental del Patio de los Naranjos

El proceso de limpieza y consolidación fue realizado por personal especialista en restauración y consistió en la limpieza superficial de los sillares

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  • Turistas en el interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba. -

La Mezquita-Catedral de Córdoba, Patrimonio de la Humanidad, ha recuperado el machón nororiental del siglo XV de la galería del Patio de los Naranjos, una intervención llevada a cabo por el Cabildo Catedral desde 2020 y que es la primera para restaurar cuatro más en ese lado del monumento.

El canónigo obrero, Pedro Soldado, ha explicado que la intervención se inició tras el visto bueno de la Consejería de Cultura al Proyecto de Rehabilitación del machón del ángulo nororiental fundamentada en el estado de la obra, una vez realizadas las actuaciones de limpieza y consolidación, y a la vista de los resultados del estudio de morteros encargado al Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

El proceso de limpieza y consolidación fue realizado por personal especialista en restauración y consistió en la limpieza superficial de los sillares y del material que cubría sus juntas, así como en la retirada los morteros de cemento con los que se recompuso la perdida volumetría de la estructura.

Además, en el estudio de morteros se identificó que estos "no se consideraban compatibles con los materiales pétreos originales" ya que, además de aportar sales solubles, podían generar "tensiones sobre los materiales adyacentes" provocando su desmoronamiento interno.

De esta manera, las actuaciones que se han llevado a cabo se basan en el criterio de "intervención mínima", ha puntualizado Soldado, quien ha concretado que se han basado en "sustituciones o reintegraciones de nuevos sillares", la reparación de los sillares que "presentaban deterioros cuando sus condiciones así lo aconsejaban".

También se ha realizado un "tratamiento general de protección" además, de las medidas de mantenimiento necesarias para la correcta conservación de los paramentos del machón.

La intervención de sustitución de sillares se ha circunscrito únicamente a aquellos que tras la labor de limpieza y retirada de morteros de cemento y otros rellenos descompuestos presentaban daños severos que ponían en riesgo la estabilidad de la estructura.

Estas pérdidas de volumen tan significativas han obligado a la sustitución de estos sillares por otros de nuevo corte que aportan la debida garantía estructural y constructiva, haciéndolo con piezas de idénticas dimensiones y características petrológicas.

No obstante, existe otro grupo de sillares cuyo deterioro es "susceptible de ser reparado sin necesidad de sustitución por tratarse de piezas con pérdidas puntuales de volumetría con una profundidad significativa", ha añadido Soldado, si bien el tratamiento en estos casos ha sido compatible con los sillares de piedra de soporte gracias a la aplicación de mortero de cal

Estas reparaciones se han realizado en capas sucesivas con un espesor nunca superior a quince milímetros, dejando secar cada capa antes de aplicar la siguiente con el fin de conseguir el correcto fraguado del mortero y utilizando varillas de fibra de vidrio para armar las zonas cuyo volumen así lo ha requerido.

Finalmente, en toda el área de intervención se ha realizado un nuevo sellado de juntas con mortero de cal, así como un tratamiento superficial de protección de los sillares, impermeabilizándolos mediante un hidrofugante basado en nanopartículas inorgánicas, mientras que para evitar la afección del agua de lluvia proveniente de la cubierta se ha prolongado la boca del canalón que se encuentra sobre el machón. 

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