Ponerse a régimen o a dieta implica hacer esfuerzos. Un sacrificio que de llevarlo a cabo con una mala práctica, puede perjudicar nuestro organismo incluso a la hora de perder peso.
Ingerir alimentos sin procesar, hacer ejercicio, y aumentar nuestra actividad física durante el día son requisitos imprescindibles para mejorar nuestro aspecto tras las Navidades.
La dietista y nutricionista Vanesa Cortés subraya que eliminar al máximo de la alimentación los procesados y ultraprocesados, azúcares, refrescos y grasas no saludables resulta fundamental. Además, "incluir vegetales, fruta, frutos secos, grasas de calidad, así como productos de cercanía y de temporada mejor".
La constancia y la perseverancia son importantes para cumplir los objetivos, sobre todo en una época en la que las dietas milagro hacen su efecto a corto plazo con consecuencias notables en la composición corporal.
Por ello, y ante lo cierto del dicho que “somos lo que comemos”, los expertos tienen claro que hay que acudir a un profesional que garantice toda la confianza. "La nutrición es una ciencia y trabajamos bajo evidencia científica. Si te pica una muela vas al odontólogo, si te duele el estómago al médico de aparato digestivo", destaca Cortés.
Así que antes de preocuparnos por lo que se come entre Nochebuena y el Día de Reyes, es más importante hacerlo por lo que comemos todo el año.