La investigación de la Fiscalía a las cuentas del emérito (
a pesar de haberse archivado) está dando a conocer muchos aspectos de la vida de Don Juan Carlos que hasta ahora se desconocían.
Uno de ellos es el impresionante
gasto que el rey desembolsó en una clinica estética de Barcelona y que, tal y como ahora se ha descubierto, se pagó en dinero negro.
Una cifra que alcanza los 95.365,75 euros, con los que el antiguo monarca se sometió a tratamientos anti-aging (o antiedad) entre 2017 y 2018.
Según refleja la investigación, el borbón empezó a acudir a la famosísima clínica en el año 2000. Sin embargo,
no era él quien pagaba sus tratamientos sino un amigo íntimo, el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause, unas transacciones que se escodieron al fisco español. El motivo de estos generosos 'regalos' se desconocen, y
no consta ninguna contraprestación que el rey hiciera para devolverlo. Sin embargo, eso no lo convierte en legal, ya que, como afirma la investigación: "Se trata de actos unilaterales de Sanginés efectuados a título lucrativo y, por lo tanto,
son donaciones sujetas al impuesto de sucesiones y donaciones".