El Espanyol se llevó los tres puntos ante el Celta en Cornellà-El Prat (Barcelona) gracias a un gol de Sergio García en el minuto 88, después de un partido monótono, sin ritmo y sin apenas ocasiones, donde el empate a cero parecía el resultado más probable.
De hecho, hasta el tanto del capitán blanquiazul ninguno de los dos equipos sufrió por quedarse sin sumar en su casillero. La presencia en las áreas, poca, fue similar por parte de ambos conjuntos. El 1-0 es la primera victoria del año en la Liga para los "pericos", mientras que el bloque celeste no se aleja del descenso.
El Espanyol ya advirtió en la previa que iría a por el Celta desde el principio. Su juego directo arrastró al conjunto gallego a su área, aunque sin con claridad suficiente para alarmar a Yoel. La ocasión más peligrosa, una carrera de Sergio García que acabó con el delantero en el suelo en el minuto 9. El árbitro no señaló penalti.
El cuadro de Luis Enrique, por su parte, intentaba sorprender a Casilla con centros desde la banda. El portero tarraconense no tuvo que lucirse. La mayor parte del fútbol de la primera mitad se desarrollaba en el centro del campo, sin tensión en las áreas: no había riesgos en Cornellà-El Prat.
La media parte debería cambiar el guión del choque. Un empate no interesaba a ninguno de los dos equipos, necesitados de victorias. El Espanyol movió ficha primero: sentó a Córdoba y dio entrada a Álex Fernández. El objetivo, dar descanso a un jugador con gran carga de partidos y ganar en control y toque en la medular.
De todas formas, nadie parecía inquietarse con el reparto de puntos. Ni Sergio García ni Santi Mina tocaban balón. Los delanteros centros de ambos conjuntos estaban muy solos y de no ser por algún córner o jugada aislada los 13.170 espectadores de Cornellà, la peor entrada en partido de Liga, hubieran seguido en silencio.
Luis Enrique, técnico del Celta, apostó por Nolito para revolucionar el partido. El exazulgrana entró en el 68, pero coincidió con el mejor momento del anfitrión. El Espanyol se acercaban con insistencia a Yoel y sólo faltó un mejor remate, la tuvo Sergio García y Colotto, para cambiar el marcador.
Estas las incursiones blanquiazules, sin embargo, fueron únicamente un paréntesis en la monotonía que reinaba en el feudo catalán. Sólo un gol anulado a Colotto por fuera de juego en el minuto 86 emocionó a los espectadores. El duelo, parecía, ya no tenía mucho más que ofrecer y el 0-0 se quedaba.
Y entonces, a dos minutos del final, Sergio García lo cambió todo. El delantero culminó la pelea del Espanyol en este tramo del encuentro, superó a los centrales y remató con contundencia ante Yoel, que no pudo hacer nada para evitar el tanto del capitán blanquiazul y la victoria del anfitrión.