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El problemón de Iborra

Se enfrenta a la Justicia como uno de los \'motivadores\' en el presunto amaño del Levante-Zaragoza

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  • Enfrentado a la Justicia -

Vicente Iborra no pasa por su mejor momento, ni personal ni deportivo. El valenciano, que había comenzado la temporada haciéndose un sitio en el once habitual de Unai Emery, vio como el pasado domingo tenía que caerse de la lista para el choque ante el Dépor, posiblemente porque no andaba en sus mejores condiciones mentales para competir, entre otros factores.

Y es que Vicente Iborra, según informa Muchodeporte, está señalado como uno de los principales implicados en el presunto amaño del duelo liguero del año 2011 entre el Zaragoza y el Levante, según fuentes judiciales consultadas por dicho portal web. Por muchos es consabido que aquel encuentro terminó con un triunfo de los aragoneses, aunque la Fiscalía Anticorrupción ha visto indicios de un posible amaño a razón de 1.200.000 euros que salieron de las cuentas del por entonces presidente de la entidad zaragocista, Agapito Iglesias, y que pudieron ir a parar tanto a futbolistas del Zaragoza como del propio Levante, entre los que se encontraría el jugador sevillista.

Son decenas los implicados en este asunto, aunque la situación de Iborra es algo más delicada puesto que se le asigna a éste una presunción de culpabilidad como motivador de dicho indicio en el seno del vestuario levantinista. Cabe recordar que por entonces el espigado centrocampista portaba el brazalete de capitán, aunque en aquella temporada sólo tenía 23 años y ello llama poderosamente la atención de cara a pensar que él hubiera protagonizado este suceso. Pero lo complejo de este asunto, que ya está en manos de la Justicia, radicia precisamente en el papel protagonista que pudiera haber tenido el propio Iborra y, sobre todo, a las multas y/o penas que podría llegar a enfrentarse si ello terminara ratificándose.

Así, el artículo 286 del Código fija las sanciones, multas o penas de cárcel para aquellas conductas que tengan por finalidad “predeterminar o alterar de manera deliberada y fraudulenta el resultado de una prueba, encuentro o competición deportiva profesionales” y se castiga con penas de prisión entre seis meses y cuatro años de cárcel, inhabilitación de uno a seis años y multas. Es decir, una situación muy delicada que podría incluso destruir la vida deportiva de un futbolista. El caso no ha hecho más que comenzar e Iborra, para empezar, ha declinado la posibilidad de declarar ante la Fiscalía de Corrupción, en todo su derecho y asesorado siempre por su abogado.

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