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El zika y el velódromo aún siembran dudas a 2 meses de los JJOO

Otros temores son los recientes casos de violencia que han colocado a Río de Janeiro en la mira del mundo, como la menor de 16 años violada por 30 hombres

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El temor de algunos deportistas a competir en Brasil por el zika, el atraso en la construcción del velódromo y la contaminación de las aguas en que se disputarán las pruebas de vela y remo aún siembran dudas a exactos dos meses, este domingo, de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.

Las tres son las principales preocupaciones de las delegaciones olímpicas esperadas en Río a partir del 5 de agosto pese a que Brasil vive problemas aún mayores, como la grave crisis política del país y la mayor recesión económica desde la década de 1930.

La crisis política pueden convertir a los de 2016 en los primeros Olímpicos en cuya inauguración estarán presentes un presidente interino, Michel Temer, y una mandataria suspendida, Dilma Rousseff, en tanto que la profunda recesión obligó tanto al Gobierno como al Comité Organizador de Río 2016 a reducir gastos con los que se habían comprometido para el evento.

Otros temores son los recientes casos puntuales de violencia que han colocado a Río de Janeiro en la mira del mundo, como la menor de 16 años que fue violada por 30 hombres y los tiroteos en una favela ubicada a pocos kilómetros de la futura Villa Olímpica y del Parque que concentra la mayoría de las instalaciones deportivas.

Igualmente es citado como un desafío la grave crisis financiera del gobierno regional de Río de Janeiro, que tiene en duda los recursos para terminar las obras del metro antes de la inauguración de los Olímpicos y para pagar a los policías por las horas extras que harán durante el evento.

La seguridad física de las instalaciones olímpicas fue puesta en duda en abril cuando el desplome de un trecho de una ciclovía construida como legado olímpico provocó la muerte de dos personas, en tanto que las autoridades brasileñas han dado declaraciones contradictorias sobre supuestas amenazas del Estado Islámico a los Olímpicos de Río aunque prometen la mayor movilización de policías y militares para garantizar un evento en la historia de Brasil.

Pese al rosario de desafíos, algunos deportistas y delegaciones parecen considerar el virus del Zika como el gran reto.

En los últimos días un grupo de 150 especialistas en salud de varios países pidió el aplazamiento de los Olímpicos o el cambio de sede para evitar una propagación del zika y esa preocupación ganó repercusión cuando el jugador de baloncesto en la NBA y de la selección española Pau Gasol aseguró que está "valorando no acudir" a Río de Janeiro por el zika.

El ministro brasileño de Salud, Ricardo Barros, afirmó el jueves que considera una exageración solicitar el aplazamiento de los Olímpicos ya que, alegó, todos los estudios científicos muestran que las enfermedades transmitidas por el mosquito Aedes aegypti tienen mínima prevalencia en Brasil en agosto, en medio del invierno austral, poco favorable para el insecto.

"Es una exageración (pedir el aplazamiento). Un exceso de celo. La enfermedad ya está en 60 países en los que viven 1.300 millones de personas. No serán unos Olímpicos los que aumentarán o reducirán la propagación del virus", agregó Barros

El ministro destacó que la propuesta de los especialistas, en su mayoría estadounidenses y del área de la ética en salud, ya fue rechazada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por el Comité Olímpico Internacional (COI), que descartan cualquier riesgo.

En cuanto a las instalaciones olímpicas, con casi todas ya inauguradas o en más de un 98 % concluidas, la única que preocupa es el velódromo.

La Alcaldía de Río sustituyó en mayo a la empresa responsable por su construcción por los problemas financieros que llevaron a la constructora Tecnosolo a acogerse a la ley de quiebras y a atrasar las obras, que están concluidas en un 90 %.

En una visita que hizo el miércoles a la sede del Comité Olímpico Internacional en Suiza, el presidente del Comité Organizador Río 2016, Carlos Arthur Nuzman, admitió que el velódromo es la única instalación atrasada pero garantizó que será concluida a tiempo.

"La pista ya fue montada hace un mes. Lo que faltan son complementos de la instalación y los acabados", afirmó Nuzman, quien calcula que la obra estará concluida a finales de junio.

Sobre el zika, Nuzman afirmó que los deportistas sólo tienen que seguir las recomendaciones ya anunciadas por la OMS para no correr riesgos, que incluyen el veto a que mujeres embarazadas viajen a Brasil.

Interrogado sobre el atraso en las obras de la línea de metro que tendrá que ser usada por los espectadores para desplazarse al Parque Olímpico, afirmó que la gobernación se comprometió a inaugurarla el 1 de agosto, cuatro días antes de la ceremonia inaugural.

Una preocupación que sigue sin respuesta es la elevada contaminación en las aguas de la bahía de Guanabara, sede de las competiciones de vela, y de la laguna Rodrigo de Freitas, que albergarán las de piragüismo, que ha generado quejas de regatistas.

Las autoridades de Río aseguran que no hay riesgos para la salud pero admiten que no cumplirán el compromiso que asumieron en 2009, cuando se adjudicaron la organización de los Olímpicos, de que eliminarían hasta el 80 % de las fuentes que contaminan la bahía de Guanabara.

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