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¡Vaya palo en el Carranza!

Todo parecía controlado con un Cádiz jugando bien y ganando 2-0 desde el minuto 14, pero al final llegó el desastre con el 2-2 en el tiempo extra

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  • rubén cruz, cabizbajo -

El Cádiz CF mereció mucho más ante el UCAM, pero se fue desinflando y lo pagó. Con el 2-0 en apenas quince minutos todo parecía de cara. La efectividad estaba dando los tres puntos y nadie esperaba el pésimo final de un encuentro entre dos equipos necesitados de puntos.

El UCAM se volcó en el último tramo de un partido que los locales no habían sabido sentenciar con mayor claridad. Un 2-0 siempre es peligroso... y tanto que lo fue. Imaz redujo distancias en el minuto 80, Carlos Calvo fue expulsado en el 85 y Juanma Delgado empató con el 93 ya pasado. Gran palo.

Muy distinto había sido el principio del partido. Los nubarrones no oscurecieron el juego del Cádiz sino todo lo contrario. Los amarillos salieron muy enchufados y, lo que es más importante, con efectividad en las áreas, ya que eso es justamente lo que había producido derrotas anteriores esta temporada.

Con apenas llegadas a portería, el equipo gaditano ya iba ganando 2-0. Primero acertó Aridane, que ni siquiera tuvo que saltar para imponer su poderío por alto en un saque de esquina botado por Carlos Calvo. El central canario, incluso siendo agarrado, ganó la posición para rematar y enviar el balón a la red del UCAM Murcia.

Ese primer gol, anotado en el minuto ocho, aportaba a los homrbes de Cervera la tranquilidad necesaria para seguir disputando un partido de urgencias.

Pero todavía mejor se pusieron las cosas cuando antes del cuarto de hora llegó el 2-0. Una rápida subida de Brian Oliván por su banda terminó con el lateral combinando con Rubén Cruz, que con un certero taconazo cedió el balón a Gorka Santamaría. Y ahí el vasco se salió. Un amago, dos... y a la tercera ¡pum! un disparo seco y ajustado al poste derecho de Fernando.

A partir de aquí pudo verse a un UCAM algo perdido porque se le habían caído sus planes, que pasaban por aguantar la primera parte con su portería a cero y jugar con el nerviosismo cadista, tanto del equipo como de la afición local. Pero claro, ni en sus peores planes entraba ir perdiendo por dos goles en quince minutos.

Quizás por este cambio de escenario inesperado se cruzaron los cables de los murcianos, excesivamente duros en algunas acciones.

Sin muchas acciones de peligro más se llegó al final de una primera parte cuya peor noticia fue la lesión de Brian Oliván. El lateral izquierdo sintió que algo no iba bien y pidió ser atendido. Luego quiso seguir jugando, pero ni el doctor ni el entrenador quisieron arriesgar, así que se fue al banquillo y en su lugar salió Servando. Este cambio implicó otro, ya que el isleño entró en el lateral derecho y Carpio se marchó al carril zurdo.

La segunda mitad comenzó sin más cambios que los ya realizados por que el UCAM también hizo uno intentando mejorar el ataque.

El Cádiz estaba más cómodo que nunca y el marcador de 2-0 ayudaba a ello. Y así, con serenidad, se hilvanaban jugadas de auténtico lujo que levantaban de sus asientos al, eso sí, escaso público.

No terminaba de llegar el tercer tanto, pero la mejoría respecto a encuentros anteriores era evidente y se premiaba con aplausos cualquier acción de un Cádiz inspirado.

Mediada la segunda parte el marcador ya era corto. Los amarillos acumulaban una ocasión tras otra, pero sin el acierto de las dos primeras. Lo que no gustaba a nadie, y menos aún a Cervera, era que el partido se conviertiera en una ida y vuelta constante, ya que con el 2-0 lo mejor era imponer el ritmo deseado.

A falta de quince minutos, el murcianista Juanma remató al poste y el UCAM se creció. El 2-0 siempre es un resultado muy favorable, pero peligroso, porque si se encaja un gol ya llegan los nervios. Y así se encaraba el último cuarto de hora, habría que sufrir las acometidas visitantes.

Tanto iba el cántaro a la fuente, que se rompió. Imaz batió desde la frontal a Cifuentes y el 2-1 con diez minutos por delante y un UCAM lanzado era más que peligroso.

Para colmo de males, a falta de cinco minutos Carlos Calvo fue expulsado por doble amarilla. El UCAM estaba lanzado y se temía lo peor, que terminó llegando con el empate fuera de tiempo.

- Ficha técnica:

2 - Cádiz: Cifuentes; Carpio, Aridane, Sankaré, Oliván (Servando, m.37); Abdullah (Abel, m.57), José Mari, Carlos Calvo, Álvaro; Cruz y Santamaría (Nico, m.70).

2 - UCAM Murcia: Fernando, Tekio, Álvarez, Fran, Morillas, Juande (Juanma, m.41), Mora, Kitoko, Collantes (Vicente, m.74), Imaz y Jona (Natalio, m.68).

Goles: 1-0, M.8: Aridane. 2-0, M.13: Santamaría. 2-1, M.80: Imaz. 2-2, M.92: Juanma.

Árbitro: Eiriz Mata (Comité gallego). Amonestó a los visitantes Mora y Fran, y a los locales Aridane y Carlos Calvo, a éste en dos ocasiones, por lo que fue expulsado en el minuto 85.

Incidencias: Partido de la undécima jornada de LaLiga 1/2/3 disputado en el estadio Ramón de Carranza ante unos 12.000 espectadores. Terreno de juego irregular por la lluvia.

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