Roma espera a un Rafael Nadal pletórico en tierra batida este año, después de lograr los tres títulos más importantes del calendario antes de la visita al Foro Itálico y a Roland Garros.
El balear tiene ahora una gran oportunidad de asaltar el liderato de los Masters 1.000 tras igualar a 30 los títulos de esa categoría con el serbio Novak Djokovic.
Aunque para Nadal la victoria ante Djokovic en las semifinales de la Caja Mágica no tenga la misma dimensión que ha supuesto para el público y los aficionados, para el propio jugador ha significado una redención y un respiro, después de casi tres años sin vencerle.
Su frase, "cuando pasan los años lo que queda son los títulos y no los rivales", sirvió para minimizar la euforia y apalancarse en la precaución, en su conocido intento de no magnificar ni los grandes éxitos, ni tampoco las grandes derrotas.
Pero Nadal llega a Roma con 15 victorias sobre tierra batida y ni un solo fiasco, cediendo únicamente dos sets en esta trayectoria, el extraño 6-0 contra el británico Kyle Edmund en su debut en Montecarlo, y el 6-3 ante el italiano Fabio Fognini, en el comienzo de Madrid. En total ha ganado 30 de los 32 sets disputados esta primavera. Y ya acumula 52 títulos sobre polvo de ladrillo.
En el torneo romano defiende los cuartos de final, ronda en la que cayó contra Djokovic, precisamente la última victoria del serbio sobre el español en su racha de siete desde la final de Roland Garros 2014.
Sobre el cuello de Nadal cuelga ya el número uno de la Carrera de Campeones, la lista que valora lo hecho cada semana, desbancando de la misma al suizo Roger Federer, campeón del Abierto de Australia, y los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami.
El quinto título en Madrid, añadido a los décimos de Montecarlo y Barcelona, colocan su marca en 72 y le sitúan como máximo favorito en el Foro Itálico, donde ha triunfado en siete ocasiones.
"Rafa fue mejor jugador, mereció ganar, controló el juego desde el principio. Su calidad estuvo muy alta. Hizo lo que quiso", fueron las palabras de Djokovic tras su derrota ante el balear, con quien se podría medir de nuevo en la penúltima ronda en Roma.
"Ese nivel vale contra muchos jugadores pero no contra el mejor de la historia en tierra batida", dijo por su parte Dominic Thiem tras intentar su segunda victoria contra Rafael Nadal después de la lograda en Buenos Aires el año pasado.
El Foro Itálico es, en teoría, mejor terreno para que Nadal despliegue mejor sus golpes. El nivel del mar ayuda al zurdo de Manacor para que se desenvuelva con más pausa, y pueda realizar sus aceleraciones cuando le apetezca. El control de la bola será allí mejor y tendrá más capacidad de reacción que en Madrid, si lo necesita.
Sus principales rivales lo saben. Y los 17 de los 20 mejores del mundo que parten a la caza del torneo romano también. Murray, que cumple 30 años este lunes, defiende el título, y Novak Djokovic, los puntos de la final del año pasado. Faltará Roger Federer, que todavía no ha confirmado si jugará en París este año.