Trentin logró con un tiempo de 3 horas, 58 minutos y 19 segundos su segundo triunfo de etapa en la última jornada de la ronda andaluza
El danés Jakob Fuglsang (Astana) se proclamó este domingo vencedor de la 65 edición de la Vuelta a Andalucía, al mantener el maillot de líder que alcanzó el sábado en Granada tras la disputa de una quinta y última etapa dominada por Matteo Trentin (Mitchelton-Scott).
Trentin logró con un tiempo de 3 horas, 58 minutos y 19 segundos su segundo triunfo de etapa en la última jornada de la ronda andaluza, de 164 kilómetros de recorrido y disputada entre Otura (Granada) y Alhaurín de la Torre, después de que también se impusiera en la segunda de esta edición en Torredonjimeno (Jaén).
El italiano, campeón de Europa, no tuvo rival en el repecho final y se adjudicó el éxito por delante de Enrique Sanz (Euskadi-Murias), que fue segundo en esta etapa, y de Carlos Barbero (Movistar), tercero.
Los corredores no acusaron el desgaste de las cuatro etapas y desde el primer momento se mostraron activos y con ganas de hacer trabajar al equipo del líder.
Simon Yates, el vigente ganador de la Vuelta a España, se tomó su presencia en las carreteras andaluzas como una prueba importante con vistas a su participación en el Giro de Italia.
El británico, que se exhibió el sábado en Granada con un ataque en Hazallanas, también fue protagonista en el epílogo y aprovechó los cinco puertos para fugarse del pelotón y de paso asegurarse el triunfo en la clasificación de la montaña.
El jefe de filas del equipo Mitchelton se escapó en compañía de Carlos Verona (Movistar), Grega Bole (Bahrain), Guillaume Martin (Wanti), Nick Van Der Lijke (Raamport), Joan Bou (Nippo Vini), Fausto Masnada y Matteo Montaguti (Andrioni Giacattoli) y Lorenzo Rota (Bardiani).
Se compenetraron a las mil maravillas con relevos largos y también con el permiso de Astana, con una máxima ventaja que alcanzó los 4 minutos y 17 segundos en el kilómetro 45 de una etapa con 164 en total.
Yates, que tuvo que cambiar de bicicleta por unos problemas mecánicos, se mostró ambicioso y coronó los tres primeros puertos de forma destacada.
A partir del kilómetro 90, el Astana puso la directa y colocó al pelotón en fila india con el objetivo de acabar con la aventura y, en un abrir y cerrar de ojos, la ventaja bajó hasta los dos minutos.
A falta de 30 kilómetros para el final terminó la aventura, que había empezado en el 11, aunque ello no fue obstáculo para que Yates coronara en primera posición el alto del Valle de la Vida.
Desde ese punto, el perfil cambió y se pasó a un terreno llano, en el que se sucedieron sin éxito los intentos de fuga antes de llegar a Alhaurín de la Torre, donde Matteo Trentin hizo valer su mayor punta de velocidad y potencia para ganar la última etapa, mientras que Fuglsang se proclamó campeón de la Vuelta andaluza.