David Carapapa regresa a la modalidad de chirigota de la mano de Iván Romero
Personifican al mismísimo destino con un tipo... un tanto indescriptible. Eso sí, David Carapapa regresa a la modalidad con un pasodoble de corte clásico y perfectamente interpretado. Va bien de voces y afinación. Mientras que la primera letra va dedicada al propio pasodoble, la segunda es una crítica a Kichi por el carril bici, achacando que “hay carril pero seguimos sin destino”. Flojito el primer cuplé, mejor rematado el segundo. El estribillo cambiante dará juego en fases futuras. Se agradece que hayan prescindido de teatrillos. El popurrí regular na má.