El Gallinero

¿Una ronda más?

Las etiquetas de las botellas de alcohol vuelven a salirse de las mismas en cuartos de final

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Las etiquetas de las botellas de alcohol vuelven a salirse de las mismas en cuartos de final. Eso sí, se apaga la luz y aparece un amigo de ellos, un Lucero, para alumbrar el escenario. Siguen haciendo disfrutar a la gente al mismo tiempo que lo hace también la agrupación, salvo Gambrinus, que tiene un "grifo metido en el culo".

La tanda de pasodobles la inauguran con una letra muy al tipo, dedicada a aquellos que llegan borrachos a casa y resultan una condena para su propia familia. El segundo, muy combativo, describe la vida de un vendedor de pescado ambulante y las dificultades que debe superar para seguir adelante, para que luego digan "qué de flojos hay en Andalucía".

Mejor aún la tanda de cuplés. El primero, para el carril bici. Se compran todos los accesorios necesarios para ir al trabajo en bicicleta, "ahora sólo me falta tener trabajo". Magistral la segunda letra, en la que imitan la velocidad del informativo de Canal Sur desde que comenzaran los cuartos de final. El teatro, bocabajo.

Disfrutan, como en preliminares, de un popurrí entretenido que repite el efecto de los puntos graciosos en la última pieza del repertorio. Quizás merezcan un pase más. Si vienen de etiqueta, claro.

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