“Quiero decirte al oído, susurrando poco a poco, que yo a veces te he mirao y que he deseao decirte un piropo”. Primera copla llena de versos, metáforas y palabras de elogio para su compañera, muy lejos de la galantería rancia. “No sé si es excesivo o si es machista”, pero quieren dejar constancia del halago.
“Cucha lo que que voy a cantarte, porque quiero que lo cojas, y es que voy a destriparte las cuatro iniciales al nombre del COAC”. Con la misma fórmula que utilizó en ‘Los equilibristas’, el autor enumera palabras a partir de esas letras para describir el concurso con una contundente crítica.
La publicidad y su suegra en el primer cuplé. En el segundo cuentan que se han separado y ahora ligan por las redes, con remate enlazado al anterior.