Cuando llegue la noche de hoy, Miércoles Santo, la calle Orfilá se convertirá en el Getsemaní donde Jesús será prendido. Un árbol conforma la escena donde, fíjense bien, los apóstoles se asoman siendo testigos mudos de la misma y Judas, a un lado, comienza a lamentarse por lo que acaba de hacer.