Hagan la prueba. Saquen la antigua caja metálica de la carne de membrillo o de las galletas en la que guardan las fotos. Sí, esas fotos que desconocen el significado de la palabra digital y algunas hasta lo que significa un flash; que nos trasladan a quince o veinte años atrás. Esas fotos que ya amarillean o en las que la definición del color es solo una mezcla extraña de tonos apagados y sin vida.
En alguna de ellas encuentran a un indeseable. Sí, hombre, claro que sí, fíjese bien. En esas fotos seguro que hay alguna en la que aparece usted en una comida de navidad de la empresa con aquel compañero, indeseable desde el día que le jugó una mala pasada con su jefe. O una foto en su caseta de feria, con ese amigo gorrón que se le colaba siempre y que ya usted tomó la decisión un año de que “más vale una vez colorá…”. O aquella con aquel que coincidió en la junta de la hermandad y ahora procuran ni cruzarse por la acera. También habra una foto donde aparece esa muchacha tan pizpireta con la que usted se reía tanto y que maldita la gracia que le hacía a su señora…
Por eso están ahí esas fotos, que no conocen la gloria de un marco ni tan siquiera las páginas autoadhesivas de un álbum. Están ahí porque muchas guardan recuerdos que mejor no recordar. Si somos medianamente listos no las enseñaremos. Nunca.
Considero a Núñez Feijoo un tipo medianamente inteligente, al que sin duda le han colado un gol por la escuadra con la dichosa foto con el contrabandista o narco, no sé muy bien lo que será. Pero hace quince años ni el señor Feijoo era quien es y mucho menos su compañero de instantánea estaba imputado en nada. Y el gol creo que ha sido en propia puerta.
La foto, aparecida en un registro, parte no desde sede judicial sino desde la policía. Díganme lo que quieran, pero creo que esa foto ha pasado por las manos de más de un popular, de los que deben andar un poco asustados con la ascención de Nuñez Feijoo en los últimos meses después de que estallara todo los escándalos peperos y muchos notables del PP quedaran -aún con la demanda conjunta presentada- en la picota de más de la mitad de los ciudadanos de a pie como yo y quizás como usted.
No interesa un tipo como Feijoo, que condena honesta y públicamente y con rectitud las actuaciones de determinados compañeros de partido en los casos Gürtel y Bárcenas y que, además, comienza a aparecer en ya demasiados foros como el posible sucesor de Rajoy. Pensarán que en el partido deben seguir mandando “ellos”.
No, no interesa.
