Embarazosa situación

Cuando lleguen a sus manos estas líneas es posible que ya estén anticuadas, porque de un momento a otro es más que posible que se anuncie el adelanto electoral del que se viene hablando durante estos días. No sólo es la futura maternidad de la presidenta de la Junta de Andalucía la que viene dominando la actualidad, sino a la misma vez esta posible convocatoria a las urnas, a la cual los más eruditos hasta le ponen fecha: el 22 de marzo, Domingo de Pasión para más señas.

Para este posible adelanto se esgrimen razones. Cierto es que desde Izquierda Unida, como socio de gobierno, se han hecho dos cositas un tanto feas: de un lado anunciar un referendun interno para consultar a las bases si seguir o no con el pacto; y de otro el anuncio de la visita de Diego Valderas al Sahara, desobedeciendo las directrices de su jefa-presidenta. Pero ambos asuntos no son, ni mucho menos, como para un adelanto electoral, máxime aún si se tienen unos presupuestos aprobados y la completa seguridad de que no va a haber pinza entre IU-PP en el parlamento andaluz. Se puede, por tanto, agotar la legislatutra limpiamente, aunque sea gobernando en solitario.

Habría que tener en cuenta otras variables. A los chicos del PP de Juanma (¿qué usted no sabe quién es Juanma?), les coge a contramano una convocatoria adelantada, porque no sólo no acaban de despegar en Andalucía sino que esa bonanza económica de la que tanto hablan no termina de llegar. Y también que desde el PSOE se quiere evitar que las elecciones autonómicas lleven la rémora de un posible tropezón del partido en las municipales.

Dentro del círculo de Susana Díaz se sopesa el asalto a la secretaría general tras haber ganado sus primeras elecciones y, por tanto, se plantean unas autonómicas como unas auténticas y verdaderas primarias. Esto hace que en Ferraz se pongan nerviosos. Motivos también les están dando Carme Chacón (responsable de política internacional y casualmente ausente en el malogrado periplo americano de Pedro Sánchez) y Zapatero, que ahora se descuelga contando en la SER que se ha reunido con Iglesias y Monedero en casa de Bono. A Sánchez le crecen los enanos. Y ante todo esto es la ocasión para que Susana saque músculo y mire a Madrid: con Andalucía ganada, algo que casi no se pone en duda, su papel es de la que viene a arreglar los entuertos del partido.

Por algo de esto o por todo, sólo faltaba la causa, la cual hay que fabricarla. Causa que sea noble y de altura de miras. Y ese niño ya ha nacido y le han puesto un nombre: inestabilidad.

¿Nos lo creemos?