Y usted ¿no pacta?

Publicado: 10/06/2015
Asistimos a pactos y alianzas que pueden llegar a ser lógicos y naturales. Otros inesperados. Algunos sorprendentes. Y otros pocos completamente surrealistas.
A mi siempre me ha gustado estar a la moda. En muchas cosas. En muchos hábitos de esos que pueden pasar desapercibidos pero que en realidad, tienen mucho que ver con los hábitos y costumbres que tenemos a nuestro lado. Por eso le hago esta pregunta mientas se toma el café mañanero.

Porque esto de pactar está de moda. Lo hace todo el mundo. Si no me cree o lo pone en duda será que usted no ha visto ni escuchado un informativo ni tampoco ha leído un periódico desde hace más de 80 días, más de lo que tardó en 1872 el ilustre y rico caballero londinense nacido en la mente de sin igual Julio Verne, Phileas Fogg junto a su inseparable Rigodón.

Todos pactan. Todos debemos pactar. Hemos de aprender a conjugar ese verbo con soltura y sin miedo, ni temor a nada, aunque su vida no vaya a ser mayor de cuatro años. Mucho me temo que este vocablo, que en estos momentos se conjuga como transitivo, deje esta condición y se vuelva intransitivo con el paso de los años, pocos años. Consulten el diccionario de la RAE y comprenderán este juego.

Asistimos a pactos y alianzas que pueden llegar a ser lógicos y naturales. Otros inesperados. Algunos sorprendentes. Y otros pocos completamente surrealistas. El caso más cercano lo tiene ahí mismo, a unos pocos kilómetros de donde usted se encuentra: en Alcalá de Guadaira. Allí, un sobrecogedor (perdón por la expresión) conglomerado de fuerzas del amplio espectro político (desde la derecha a la izquierda más extrema) se unen en comandita para arrebatar el sillón de la alcaldía al candidato del Partido Socialista, Gutiérrez Limones. O también en donde la lista más votada ha sido la popular (no la del pueblo) y la configuración de la suma del resto hace que se arrebaten despachos y sillones, bajo el peregrino argumento de no permitir que gobierne la derecha. Y yo me pregunto ¿y por qué no?. Mucho me temo que todo sea por lograr eso, ese puñado de puestos de confianza más que el ansiado sillón, que al fin y al cabo es sólo una solicitud cierta para tener que examinarse dentro de cuatro años de una horrible selectividad llamada urna.

No sé donde llegará todo esto. Creo que el pacto andaluz no va a dar para cuatro años. Que Susana Díaz, que convocó erróneamente unas elecciones anticipadas, va a tener que volverlo a hacer antes de que acabe esta legislatura que hoy comienza. Y en los ayuntamientos, aquellos en los que se conjugue el verbo protagonista de esta líneas, el parón va a ser considerable.

Y esto no es bueno, ni para usted ni para nadie.
 

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