El Puerto

Rocío Tejada: "Para mí también ha sido un renacer, no tenía ganas de continuar mi carrera"

La diseñadora portuense se alza con la Aguja de Oro 2022 del Carnaval de Cádiz al mejor tipo, que ha recaído este año en la comparsa 'Los Renacidos'

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  • Rocío Tejada Verano junto a Javier Bohórquez, director de 'Los Renacidos'. -

La diseñadora portuense, Rocío Tejada Verano, ha vuelto a renacer en lo profesional. Gracias a la confianza de una compañera de trabajo y del director de la comparsa de ‘Los Renacidos’, Javier Bohórquez, que ha regresado con fuerza tras la pérdida de Juan Carlos Aragón.
Tejada, que nunca había confeccionado un tipo a nivel de concurso, ha conseguido alzarse con la Aguja de Oro 2022 que otorga cada año Canal Sur. Un premio que le llena de fuerza y empuje para seguir con su carrera.

Sin duda, la diseñadora portuense Rocío Tejada ha entrado por la puerta grande en el Carnaval de Cádiz. Ni más ni menos que con la Aguja de Oro 2022 al mejor tipo, que ha recaído este año en la comparsa ‘Los Renacidos’, del que ella es artífice.

Pregunta obligada, ¿te consideras carnavalera?

Me encanta el carnaval y me considero carnavalera. Una apasionada total del carnaval, de sus coplas, de las agrupaciones. Sin duda, soy una ‘jartible’ de las que se comen todo el concurso

¿Cómo ha sido para una carnavalera realizar el tipo de una gran comparsa como la de ‘Los Renacidos’?

Un auténtico sueño y una gran oportunidad que me ha hecho acceder a la ’Aguja de Oro’. La Agrupación, de la que me confieso una gran seguidora, ha apostado por renacer por todo lo alto. Y eso es de alabar apostando por un tipo de gran calibre: un ave fénix humanizado.

Podríamos decir que ha sido llegar y pegar, ¿no?

Efectivamente. No había hecho nunca nada para la élite del carnaval. Al menos a este nivel. Al principio de mi carrera, en torno a los 80, hice alguna pincelada para un cuarteto, para unos amigos, ’No preguntes por saber que el tiempo te lo dirá’. Recuerdo que iban de gansters con un tipo muy gracioso, traje a rayas y pantalones de campana. Recientemente, lo último que he hecho de carnaval, fuera del concurso, tal y como te comentaba, es el tipo de la Antología José Luis Arniz.

¿Cómo te pidieron que realizases el tipo?

La primera llamada la recibí de una amiga y colega de profesión, que ha sido Aguja de Oro dos veces, María Jesús Bernal. Ella iba a ser la encargada de realizar el tipo pero por motivos personales le era imposible cuadrar este trabajo por fechas. Así que pensó en mí. Recibí su llamada por la noche y me pareció increíble la propuesta que me estaba realizando. Debo decirte que aquella noche no pude dormir, tenía la convicción de que debía hacerlo, sin saber condiciones, ni el tiempo, ni presupuesto... No tenía ningún detalle pero lo tenía más que claro. Era una oportunidad que conllevaba mucha responsabilidad pero que me emocionaba. Si algo me ilusiona me tiro sin pensarlo, soy muy pasional y eso me lleva a poner en ello los cinco sentidos. Al día siguiente, llamé a María Jesús y lele confirmé que lo haría. Ella me respondió :“esto es para ti, sé lo que te gusta esta comparsa, y desde el primer momento sabía que esto lo tenías que hacer tú”. A los cinco minutos, recibí la llamada de Javier Bohórquez. Tras esa toma de contacto se sucedieron las reuniones.

¿Hubo mucha modificación?

La comparsa es muy profesional y sabía desde el principio lo que quería, que un ave fénix humanizado. A partir de ahí comenzamos a trabajar. El ave fénix es un ser mitológico, así que tuvimos que realizar una exhaustiva investigación. Lo único en lo que hicieron mucho hincapié es en que fuera humano, no querían un disfraz de pájaro. Me dieron ciertas claves de lo que debía incluir en el tipo: el color del fuego, el plumaje de la cabeza y la cola. Querían una confección de calidad, una confección bien hecha, querían alta costura. Una apuesta importante... En el mundo del carnaval como en otros ámbitos, ellos han ido marcando una tendencia. Hablamos de tipos que están muy bien confeccionados, hace falta un alto presupuesto para apostar por una ’Aguja de Oro’. Al fin y al cabo se trata de una inversión.

Imagino que elegir el material ha sido clave con el cambio de fecha y el calor, ¿no?

Así es. Con el cambio de fecha del concurso y el calor, la elección de los materiales era clave. Si había una equivocación no había tiempo para rectificar. y aún así tuvimos muchos problemas ya que los materiales venían de fuera y con la huelga de transporte de por medio, hubo algún que otro susto. Tuve que calcular muy bien los tejidos y los colores de las plumas... Intentamos en la medida de lo posible que no fueran tejidos muy calurosos aunque ellos me dijeron: “somos profesionales si hay que pasar calor se pasa”.

Has realizado 17 tipos, tendrías un gran equipo detrás, ¿no?

En un principio pensé en tener ayuda para confeccionar los tipos, pero se desarrolló todo muy poco a poco y cuando me he dado cuenta estaba tan avanzado que lo había hecho yo sola. En dos meses estaba lista la confección de 17 tipos, 15 de la comparsa, uno del autor ’El Chapas’ y el postulante.

¿Conseguías desconectar con tanto trabajo?

Es una responsabilidad tan grande que te quita el sueño. Requiere jornadas muy largas pero te aseguro que para mí ha sido algo muy relajante. Me acostaba pensando en lo que iba hacer al día siguiente y estaba deseando despertarme para ponerme con lo que tenía en mente.

¿Estuviste en la gran final?

Aunque por desgracia cogí el covid en preliminares, y me quedé sin ir a la feria de El Puerto, afortunadamente me recuperé y pude estar en la final con la comparsa. Final que disfruté mucho y para el que me hice un diseño acorde con la comparsa, una especie de egipcia renacida tras escuchar el canto del fénix, que al llegar al nido encuentró las cenizas y los despojos del fénix . Y es que yo también he renacido con ellos profesionalmente, no tenía ganas de continuar con mi carrera, quería irme por otros derroteros.

¿Cómo viviste el momento en el que ganas la Aguja de Oro?

Fue precioso. En ese momento estaba con mi marido, iba por la calle hacia el local donde se encontraba la comparsa y el móvil no paraba de sonar. De repente se paró un coche con dos chicas y me dicen “enhorabuena porque te han dado la Aguja de Oro”. Rebosaba felicidad, no puedo casi ni describirlo.

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