El Puerto

Calleja: "De pequeño me preguntaba con qué medicina podía curar la homosexualidad"

El concejal de Fiestas cuenta el motivo que le llevó a no seguir escondiendo su orientación sexual cuando "muchos" la calificaban como "enfermedad"

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  • David Calleja junto a Marina Martínez. -

Se estima que en España seis de cada de diez personas LGTBI esconden su condición sexual en sus trabajos. el motivo, el miedo a sentir discriminación o rechazo.  Pero, este no es el caso del siguiente protagonista que nunca se planteó esconder su orientación a pesar de estar en un mundo, el de la política,  que sigue siendo aún “demasiado  intolerante”.

Conocido por su  labor política, sobre todo en materia de Fiestas, y por sus  bolsos, David Calleja es uno de los políticos/influencer  más visibles del colectivo LGTBI al que le da pena que “haya  gente que  no entienda por qué  se celebra el Orgullo y no el día del heterosexual”. ‘Salir del armario’  sigue siendo todavía un gran tabú que durante un tiempo, en su infancia,  le condicionó: “de pequeño escuchaba  que ser homosexual era una enfermedad y me preguntaba con qué podía curarla”. Una confesión que reveló en su primer manifiesto del Orgullo.

“La gente tiene que entender que el ser gay es una cosa innata, es una connotación sexual y sentimiento con el que naces”, reivindicaba .

“Cualquier comentario homófobo a un niño le puede afectar más que a un adulto. Le puede crear condicionantes en su vida. Los niños tienen que ser lo más felices posible sea cual sea su condición sexual”, explicaba tras contar  cómo  vivió ese sentimiento que no le dejaba ser feliz durante su infancia. “Recuerdo que mi madre de pequeño me preguntaba tú qué quieres ser de mayor y mi hermana decía maquilladora o modelo, lo típico,   y mi hermano militar, abogado... Y yo decía que quería ser feliz porque notaba que la vida no me iba a dejar ser feliz  porque no lo iba a contar nunca. Y es que con 16 años  intentas encontrar lo que tienen los demás, el amor de tu vida,  y saber que no podrás por pánico a contarlo...”, añadía. Motivo por el cual decidió  dar el paso.   “Cuando eres pequeño no ves la luz al final del camino. Si tú ves que los amigos de tus padres no te van a entender, que no vas a poder decirle a la persona que quieres lo que sientes, de manera bonita.”

Y al contarlo se sintió libre a pesar de estar dentro de un mundo en el que “hay gente que piensa que celebrar el Orgullo es malo para ciertos votantes, para el sector religioso”. Y no, no hablaba solo de la derecha. “No solo estoy hablando exclusivamente de la derecha. De hecho, los primeros insultos me llegan de personas que  son de izquierda. La política es muy falsa. No creo en los partidos políticos porque venden  unas estructuras que te marquen y que realmente no crees. Si eres de izquierdas tienes que apoyar a los gays y lesbianas cuando hay  gente ahí muy homófoba. Hay partidos que defienden la familia y están separados, cuando han dejado a la mujer por una una joven de 20 años o no saben de quién es el hijo...Lo que no me parece bien que la gente adoctrine una serie de normas para la sociedad que ellos no ejecutan.   Yo no vendo nada que no crea”, sentenciaba.

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