Ni uno ni dos, sino tres. Tres goles como tres soles endosó el Recreativo Portuense a la UD Tarifa. Goles que certifican lo que demostró siete días atrás ante el Villamartín, aunque, eso sí, ni el juego ni la intensidad del juego demostró el amplio marcador conseguido. Lejos de ello, la victoria certifica el camino a seguir y los pasos a continuar en próximas semanas.
El mérito es mayor ante un rival que jugó buena parte con un jugador más tras la expulsión infantil de Elías. La doble cartulina amarilla quiso sumarse al pesar de la grada, ante las noticias que borboteaban la zona baja del estadio, con embargo incluido.
Con 10 jugadores, los de Dani Jiménez desmotaron ofensivamente a un conjunto que pasó con más penas que gloria por el Cuvillo. El ritmo pausado, intermitente y fugaz encontró en la efectividad su mejor aliado. No bastó hacer el mejor encuentro para golear a los tarifeños, no importó. Las penurias y los contratiempos parecen haber fortalecido a unos rojiblancos que siguen haciendo de tripas corazón y se enganchan a una Liga, la suya.
El Portuense empieza a creer más que nunca en que solo ellos son los que deben salir y tomar la situación tal y como viene.
La sorpresa la marcó el once inicial con varias novedades y variantes que resultaron. Ito volvía a tomar la portería en detrimento del chipionero Joaqui. Con otro equipo de circunstancias sobre el tapete de Valdelagrana, Rubén Darío, del ‘B’, como Isaías formaban de inicio. El míster portuense tira de cantera, no queda otra, a la espera de que alguna ganga que pueda incorporarse al equipo. No defraudaron.
Como tampoco lo hizo, y eso cada vez es menos noticia, la presencia de Neva, con gol incluido. El juvenil vuelve a erigirse en el abanderado de la casa. El icono que hay que mimar y cuidar como lo que es: un diamante en bruto. Sacó todo lo mejor de sí. Combinaciones, velocidad y sobre todo, descaro, ganas y máxima ilusión. Dosificarlo y cuidarlo deben darle su máximo protagonismo en próximas fechas.
Su apuesta no es caprichosa y su cada vez más presencia en el equipo, sirve de ejemplo a seguir.
Bajo esas premisas, Nono ocupó el banquillo. Jesús Zarzuela se asienta en el lateral derecho. Las energías de conseguir un nuevo triunfo ante los suyos se fue evaporando. Al igual que otras semanas, el diesel es la mejor definición para etiquetar a un conjunto que crece con el paso de los minutos. No fue fácil y más cuando pasadas la media hora, Elías veía de forma continuada -un minuto de diferencia- una doble sanción. La segunda expulsión en Liga. Demasiadas y prescindibles.
El panorama no pintaba color de rosa. El mismo color que lució en las camisetas y en los prolegómenos del encuentro con el homenaje al Día Internacional contra el cáncer que se celebró ayer sábado.
Con uno menos y sin un juego claro y vistoso, la preocupación empezó a ronronear la perspectiva del duelo. El descanso tomaba camino a pensar más allá de lo que iba a dar de sí el segundo tiempo.
El segundo acto se guardó lo mejor de sí. Goles y más goles que fueron alegrando al personal. Los rojiblancos, llevados en volandas por la grada -destacar un domingo más a Ratones Coloraos-, empezó a marcar la victoria. Un triunfo que certificaba ante un rival que con el coraje y la garra por vencer, se puede conseguir con dejarse el alma en ello.
Abel, desde fuera del área, abría la lata tras recoger un balón desde la frontal. Derechazo y gol. Golazo del portuense que se estrena como goleador. Ya tenía ganas el ex del Sanluqueño de celebrar un gol. Lo celebró a lo grande cómo el que anotaría Natera minutos más tarde. La guinda la cerró Neva, que puso su coronación con otro gol cuando el partido ya languidecía.
Victoria importante de una escuadra que sigue suspirando por encontrar la regularidad en un equipo que fabrica canteranos semana tras semana. Y lo mejor es que funciona.