Soledad y Veracruz, hermandades que han cumplido varios centenarios, realizaron sus estaciones de penitencia.
Hacia las seis de la tarde se asomaba el guión de la hermandad veracrucera de la calle Cielos. San Joaquín dejaba que partiera la fastuosa cruz de guía de la hermandad más antigua de la provincia. Los nazarenos revestidos de color verde y blanco, con sus peculiares mangas de “ángel”, precedían el paso del Mayor Dolor, San Juan Evangelista y el Santísimo Cristo de la Veracruz. El paso iba adornado con lirios morados y helechos.
Tras el primer paso, le precedía el segundo, el cual acogía la preciosa talla que en 1968 tallara el insigne imaginero Sebastián Santos Rojas. La imagen lucía imponente en ese palio ideado y dirigido por el genial artista local D. David Calleja. Iba exornado con rosas.
Hacia las ocho de la tarde salía la cruz de guía de la única hermandad de la ciudad que pone tres pasos en la calle en la Semana Santa. El paso alegórico de “Las Escaleritas” precedía al Santo Sepulcro de Nuestro Señor. El soberbio paso de plata que acoge la centenaria urna en forma de diamante, iba decorado con lirios morados. Nuestra Señora de la Soledad lucía también su centenario manto bordado en oro, que sin lugar a dudas, al igual que la propia imagen, son un referente muy valioso con el que cuenta el patrimonio religioso de la ciudad.