Luis Miguel Morales | Metido de lleno en octubre, en otoño, y yo, querido Quique, pensando en la Feria. No sé, me da que pensar un poco. Será porque cuando llegue la próxima edición será casi verano y aún estamos con el chip cuasi veraniego por las altas temperaturas que nos han acompañado estos días o porque, amigo, de algo hay que hablar. Y lo de la Feria 2017 de El Puerto da para eso y un poco más.
Y es que a finales de mayo una Feria en Las Banderas promete. Una Feria mucho más cercana en el tiempo a la de San Fernando (16 de julio) que a la sevillana, qué quiere que te diga, Pedregal hijo, cuanto menos me sorprende y me intriga. Y no creas que no le ha faltado una pizca a ésta.
Desde su fecha hasta la elección ha sido todo muy al estilo Peral, muy particular. Dicen los avezados promotores de la idea positiva y oficialista, que de haberlos haylos, que al menos no coincidirá con la Motorada, cuestión, por otra parte, que no ha venido ocurriendo en los últimos años ni con el Rocío, dicen, como si éste hubiera coincidido con alguna Feria en años anteriores.
Como ha sido siempre, cada uno en su fecha. Nada que no conociéramos con anterioridad, por lo que tampoco entiendo mucho que se celebre como un nuevo éxito de la factoría la nueva fecha elegida. Sorteado de aquella manera el tema fecha por su coincidencia, colocarla en la última semana de mayo, no sé, no la veo.
Ni por la mañana ni por la tarde. Eso sí, con la Feria de la Manzanilla no se ha podido. Los sanluqueños, más acostumbrados a esas fechas, compartirán manzanilla -qué digo, fino- con los portuenses. Por poco hay pleno y todo.
La Feria 2017 será especial, más genuina, más para andar por casa. Más dada a ir en bermudas y a la fresquita. Y es que con la tendencia de acercar, abrir, reunirse, volverse acercar y toda la parafernalia que de un tiempo a esta parte nos estamos encontrando, la Feria de Primavera poco o nada va a tener que ver con esta estación tan florida.
La Feria de Verano debe ser la más propicia y la más justa.
Será que como la actualidad es muy aburrida y que no hay temas más importantes de qué hablar, no hay semana que no se hable de farolillos y que el albero feriante no se meta de lleno en la actualidad.
La Feria ha devuelto el embrujo de ésta. Una previa como ella solo se merece. Eso en cuanto a su fecha. Lo otro, lo de la elección, ha sido el culmen. El año pasado cerramos la Feria con cohetes. Sí, los que en enero molestaban en el Castillo de San Marcos y no se lanzaron. Cosas de Peral.
Pero sin conocer, como ha sido en los últimos 15 años, a quién se dedicaba el venidero año.
La intriga se acrecentaba y se complicaba cuando se anunció que iba a ser la que el pueblo eligiera. Guay. No sé de qué te quejas compañero Quique, si el pueblo elige a sus gobernantes porque éste no puede decir a qué pueblo dedicarle la Feria. Diferente es que el pueblo no pueda decidir realmente en los asuntos que sí les concierne y les preocupa.
Se le reúne, se les junta, se les informa, se les da la mano, pero elegir, elegir, deciden poco. Nada.
El postureo politiquero 2.0. El Ayuntamiento ha demostrado con esta decisión que su cercanía es plena, dejando en manos ajenas la libre elección. Que para el resto de dilemas ya ellos lo manejan si eso.
En El Puerto miramos, dicen que unos 400, a Jerez; los sevillanos, más comerciales, miles más, a poner un día más de Feria. El mundo al revés. La exclusiva, la especial, la mágica, la clasista, la Feria por antonomasia, decide -votó el pueblo- ser más interesada que nunca.
Mandan los nuevos tiempos. Ahora toca hacer caja. Correcto y respetable. Eso en Los Remedios. En Las Banderas, el recorte progresista, mete a golpe de sevillanas una Feria-verbena más de andar por casa. Más integrista. Menos comercial y menos interesada.
Cuesta entender, y en eso me tendrás que ayudar, Pedregal, te lo digo como lo siento, que haya un motivo real para que no tengamos unas miras más altas. Menos provincial y sí más aperturista. Me da miedo pensar que el cateteo se imponga.
En fin, Quique, que ya sabes que para la próxima Feria hay que llevarse tickets de Helo-Libo, protector solar y una mochila, los castellanos,recuerda, se llevan de albero. Ponte en lo peor.
Quique Pedregal | Sea como sea la Feria de Primavera y Fiesta del Vino Fino del venidero 2017, lo mismo llueve que ventea o relampaguea, lo que sí tengo claro es que Jerez está enamorado de El Puerto. No tienes más que ver Valdelagrana en verano y los miles de amigos jerezanos que nos visitan.
Pasa lo mismo en Semana Santa pero a la inversa. Tan cerca y tan lejos algunas veces…
Pero vamos al grano: lo que más me sorprende es la alta participación en la web municipal en este asunto. Más o menos el 0,5 % (el cero coma cinco por ciento, para los de letras como yo), algo más de 400 personas, ha decidido que la Feria se dedique a Jerez de la Frontera, aunque desde la llegada de los ikeas, los mediamarkts, los areasures y los leroymerlines de turno las fronteras han caído y ya todos somos uno en feliz armonía.
Pero Luismi, yo no solo le dedicaría la Feria a nuestros hermanos de la cuesta del chorizo para allá, sino que daría un pasito más y pondría un banco pintado con colores llamativos justo en la rotonda del Aquapark. No sé, lo llamaría el “banco sin fronteras” o el “banco portuenzano” y lo adornaría con motivos feriales (claveles, caballos, catavinos…) y con la leyenda “mi jaca galopa y corta el viento cuando pasa por El Puerto caminito de Jerez” pero al contrario, aunque no vaya a compás con la música.
Otro texto que podría acompañar al banco, en un monolito colorido que se colocara al efecto junto al mismo, podría ser “En la Iglesia de Santiago, campanas tocan a boda, se casa una jerezana con vestío blanco y de cola”, pero cambiando Santiago por San Marcos (ninguno de los dos se va a enfadar) y jerezana por portuense. Así que, una vez elegidos los colores, motivos y frases a través de una consulta ciudadana, se acometería el adecentamiento de aquella zona con posibilidad de aparcamiento.
De esta manera, todo aquel jerezano que no conozca la Feria de El Puerto y quiera hacerlo, se podría fotografiar a la vuelta (siempre va uno un poco más achispado y va a salir más gracioso en la foto) con un portuense o una portuensa.
Después habilitaría otro espacio en la web municipal, en la de El Puerto, para que los usuarios subieran las fotos de tan agradable encuentro y, entonces, todo aquel que lo quisiera podría compartir a través de las redes sociales esos instantes posteriores de la visita a la Feria de la Bahía.
Los coches de choque los podría patrocinar el Circuito de Jerez, los ponis podrían llevar publicidad de la Real Escuela de Arte Ecuestre y la portada, en vez de la figura señorial del toro de Osborne, podría… no voy a entrar en este tema.
El pueblo ya decidió hace más de un año y así seguimos, Luismi.
Por cierto, querido Luismi, yo me llevaré a la Feria tickets de La Misma Gloria, aunque no despreciaré los que tú me ofrezcas de Helo-Libo. Lo que yo te diga.