El Mercado de Abastos de La Concepción sigue a la espera de una necesaria rehabilitación que ponga en valor este auténtico motor económico del centro histórico de El Puerto de Santa María. Una rehabilitación que desde el Partido Popular entienden “urgente y que no puede seguir mermándose en el tiempo”, según defiende el concejal Popular, Gonzalo Ganaza.
En este contexto, la Asociación de Comerciantes del Mercado de Abastos (Acodema) ha impulsado un estudio a través del arquitecto Manuel Fernández-Prada, en busca precisamente de dar solución al futuro del Mercado de Abastos. “Se trata de un estudio que presenta un proyecto razonable, y que no trata de vender humo como hizo meses atrás el alcalde, David de la Encina”, apunta Gonzalo Ganaza.
“A día de hoy, -lamenta Ganaza-, la realidad sigue pesando más que las utopías y buenas palabras a las que nos tiene acostumbrado De la Encina, y por desgracia el Mercado de Abastos se encuentra muy deteriorado y sin soluciones del bipartito PSOE-IU”. Por causa de las circunstancias propias de un edificio con más de un siglo de historia y escasa inversión.
A este respecto, los comerciantes de la plaza tienen claro que la solución no es trasladar el mercado sino rehabilitarlo, por respetar su historia y por ser más viable económicamente. Eso sí, desde el PP apuntan también que “la solución no pasa simplemente por licitar los puestos vacantes en el mercado, que es la ‘solución’ que pretenden darle desde el equipo de Gobierno”, asegura Gonzalo Ganaza que apoya a los placeros reclamando “una rehabilitación integral de la plaza”. Por lo que desde el Grupo Popular ven con buenos ojos y apoyan el proyecto impulsado por Acodema, y así lo han hecho saber al Consejo de Comercio del Ayuntamiento de El Puerto el pasado miércoles.
De esta manera, y atendiendo al proyecto de Acodema, desde el PP explican que “antes de licitar los puestos hay que coordinar un plan de actuación, donde si se va a rehabilitar y acondicionar el edificio habría que utilizar los puestos que en la actualidad están vacíos, para situar la mitad de la plaza en esta zona y fasear la restauración en dos actuaciones, para que los placeros se ubiquen primero en la primera zona antigua y cuando la zona a restaurar quede lista cerrar la segunda zona y terminar de actuar y finalizar la obra”.
“Un proyecto realizable y razonable”
El proyecto de Acodema pasaría por recuperar los patios que originalmente dieron luz al edificio, demoliendo las construcciones que los ocupan y construyendo en su lugar una montera por encima de la planta alta que los proteja del clima exterior.
Además, las funciones que albergan actualmente los patios ocupados serían, en el caso de los puestos de venta y las cámaras (si se decidiera conservarlas), reubicados en los puestos vacantes de la planta baja, y en el caso de los vestuarios del personal, reubicados en planta alta. Con ello se dotaría al edificio de espacio libre para fomentar la relación entre usuarios, la permanencia en el edificio y los usos ocasionales (catas, muestras, información, espectáculos...).
También se reconfigurarían los accesos a la planta alta, de modo que la actual escalera -en la práctica un tapón que impide la conexión original entre Ganado y Sierpes- se sustituiría por una escalera de un tramo que libere esa galería central, permitiendo el acceso al nivel superior.
El proyecto se completa con otra serie de actuaciones menores propias de la renovación de las instalaciones, y otras labores tales como fontanería, saneamiento o iluminación.
Se trataría, por tanto, según Gonzalo Ganaza, “de un proyecto de rehabilitación integral, realizable y razonable”, con una intervención mínima según el estudio, con un coste económico muy inferior al traslado del mercado o a la ampliación brutal que presento en su momento el Sr. Alcalde, ambos proyectos totalmente inalcanzables por las cuantías astronómicas que se proponían, por lo tanto este proyecto es perfectamente asumible, sobre este asunto pedimos la implicación al Gobierno Municipal para que atienda esta propuesta, pues aquí es donde hay que ver las intenciones del Sr. de la Encina, si su propósito es vender humo y engañar a los portuenses o bien atiende propuestas realizables y razonables.