Escrito en el metro

La planta y el dinero

Dicen los bancos que han perdido dinero durante este año, aunque bien sabemos que la banca nunca pierde

Publicado: 16/02/2021 ·
20:28
· Actualizado: 16/02/2021 · 20:32
  • La planta del dinero. -
Autor

Salvo Tierra

Salvo Tierra es profesor de la UMA donde imparte materias referidas al Medio Ambiente y la Ordenación Territorial

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Observaciones de la vida cotidiana en el metro, con la Naturaleza como referencia y su traslación a política, sociedad y economía

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  • La atención a los humildes, que depositaron su confianza y ahorros en una Caja cercana, será telefónica con un robot
  • La planta marchita, sin monedas que lucir, le dijo al banco: como me ves te verás

Basta caminar por la ciudad a primera hora de la mañana para comprobar un hecho insólito, aunque en este tiempo todo lo sea. Llaman la atención las madrugadoras colas a las puertas de las entidades bancarias. La mirada perdida de una mujer apoyada en un cajero automático que habla catalán es la única prueba de humanidad que encuentra. Dicen los bancos que han perdido dinero durante este año, aunque bien sabemos que la banca nunca pierde. Hace una década lo comprobamos.Realmente lo que han disminuido son sus beneficios, que es su forma de entender las pérdidas. Anuncian veladamente los bancos que en breve nos cobrarán por guardar nuestro dinero, que no quieren atención al público, sino que todo sea digital, y para ello sus sucursales cada vez recuerdan más a cafeterías dedicadas a concertar pingües negocios. La atención a los humildes, que depositaron su confianza y ahorros en una Caja cercana, será telefónica con un robot al que responderán tecleando números. Así entienden el negocio del futuro, dame tu dinero y no me des la lata.

Las adaptaciones tan caprichosas de las plantas conciben formas inspiradoras para la imaginación. Una de las más frecuentes en los hogares tiene hojas con forma de moneda, la ‘planta del dinero’. Esta planta sudafricana en condiciones óptimas tiene un crecimiento rápido de tallos y hojas que acabarán colgando en una agraciada cascada. Es frecuente que, pasadas unas pocas temporadas, acabe marchitándose por el estrangulamiento de sus propias ramas. La tristeza de la planta es contagiada al hogar, ya que la superstición recoge que mientras presume de lozanía el dinero es atraído a la casa, pero si se seca es augurio de pobreza.

Al regreso, dos horas más tarde, la señora de rostro famélico sigue en la cola. Perdieron el trato humano, menteniendo la creencia de Quevedo: Es tanta su majestad,aunque son sus duelos hartos, que con haberle hecho cuartos, no pierde su autoridad. Vaticinan que los bancos desaparecerán en una década por su propia asfixia y que el nuevo modelo financiero será distinto por la irrupción de las exóticas criptomonedas. Es difícil concebir la idea de salarios virtuales manejados por no se sabe quién. La planta marchita, sin monedas que lucir, le dijo al banco: como me ves te verás.

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