Bella, la película que se encuentra en los cines españoles desde el pasado 7 de noviembre, sigue en cartelera batiendo records y sorprendiendo gratísimamente a todo el que se acerca a las salas para contemplarla.
A mí me la recomendó vía e-mail mi buen amigo Pablo Gómez la misma noche en que venía de su estreno. Y es que logró convertirse en un fenómeno social en Estados Unidos, donde recaudó más de ocho millones de dólares y encabezó durante semanas el ranking de las diez películas más vistas del pasado año. De hecho, ya se ha exhibido en más de quince festivales, siendo premiada en algunos, entre los que destaca el Premio del Público del Festival Internacional de Cine de Toronto y el del Círculo de Directores de Cine de Hollywood en The Candlelight Forum, y eso a pesar de contar con un bajo presupuesto: para que digan luego que el arte necesita de subvenciones (si tiene calidad, el producto se vende solo, mire usted). Encima, fue la película más votada entre los lectores e internautas del New York Times, Yahoo y Fandango. Además, son cada vez más las personas que dicen que su vida ha cambiado tras ver la película, y esto sólo lo consiguen muy pocas en la historia del séptimo arte.
Bella es una tierna historia sobre la vida, las relaciones interpersonales, la amistad y la capacidad humana para amar en las circunstancias más inesperadas. Narra la relación que se establece entre una joven embarazada que pierde el trabajo y un hombre que no logra recuperarse de un trágico accidente pasado. Una apasionante historia en la que dos personas descubren que, a veces, es necesario perderlo todo para darse cuenta de lo que realmente importa en la vida.
Se trata de una película independiente dirigida por Alejandro Monteverde (su ópera prima) cuyo principal protagonista es el actor mexicano Eduardo Verástegui, junto a la actriz Tammy Blanchard, y se basa en historias reales de inmigrantes latinos en Estados Unidos. Metanoia Films, su productora, fue creada con el objetivo de hacer películas con valores positivos y para toda la familia, que además de entretener resalten la dignidad humana como un valor básico de la sociedad: algo bastante encomiable cuando lo fácil sería seguir la corriente con los consabidos ingredientes de toda película típicamente comercial.
Recientemente ha sido galardonada con la Ola de Oro de los XIII Premios Cinematográficos Familia por unanimidad del jurado. “Ha sido un verdadero clamor popular como no se había dado en ninguna de las anteriores doce ediciones”, subrayaba el director de CinemaNet y de la Mostra Internacional de Cine sobre la Familia, Daniel Arasa. El jurado reconoció el frescor, la vitalidad y los valores de la vida que se dan en Bella. Verástegui destacó durante la promoción de la película que deseaban disipar algunos estereotipos sobre los latinos que se han generalizado en Estados Unidos. A la vez, el film muestra el valor de la familia y expone una alternativa al aborto, pues su mensaje es inequívocamente próvido.
Cada vez son más los críticos que se percatan que Bella es una de las mejores películas jamás producidas. Todo un canto a la vida y a la alegría. Vayan a verla cuanto antes para poder juzgar ustedes mismos si es o no merecedora de los premios que todavía les van a seguir otorgando… y luego me cuentan si el papel protagonista lo hubiera superado un tal Bardem.