El anuncio lo hizo Correa al finalizar el plazo para pagar 30,6 millones de dólares de un cupón de intereses de los bonos Global 2012, uno de los tramos cuestionados por su Gobierno.
Los tramos son segmentos de la deuda exterior, por ejemplo, la deuda pública contraída con Gobiernos, con organismos internacionales o bancos extranjeros.
Su posición se basa en un informe elaborado recientemente por una comisión que investigó el crédito público en los últimos 30 años y que determinó serios indicios de ilegalidad en la contratación de varios créditos y en los procesos de renegociación.
La medida, calificada de “peligrosa” por los opositores del Gobierno, supone, según el gobernante, un reto, pues considera que los acreedores podrían emprender eventuales acciones contra su país.
“Sabemos bien contra quiénes nos enfrentamos, contra verdaderos monstruos que no dubitarán (dudarán) para tratar de aplastar al país”, aseguró Correa al anunciar el default o moratoria.
“Aceptamos esa responsabilidad, sabemos a qué nos estamos enfrentando, pero era imposible que con todas las conclusiones de la auditoría de la deuda, como presidente de la República permitiera seguir pagando esa deuda inmoral”, apostilló.
El presidente Rafael Correa estudia “las estrategias jurídicas y legales para impugnar una deuda que, insisto, es inmoral e ilegítima”.