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Nuevos enfrentamientos entre partidarios del régimen y de la oposición

Nuevos enfrentamientos entre opositores iraníes y miembros de las milicias pro régimen de voluntarios islámicos basij se desencadenaron en Teherán.

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Nuevos enfrentamientos entre opositores iraníes y miembros de las milicias pro régimen de voluntarios islámicos basij se desencadenaron ayer en Teherán, durante el funeral de uno de los dos jóvenes que murieron en las protestas del pasado lunes.

El joven, un estudiante de origen kurdo identificado como Sane Zhale, perdió la vida a causa de un disparo mientras se hallaba en las proximidades de la calle Enguelab, donde la policía utilizó gases lacrimógenos y otras armas para dispersar a los numerosos grupos congregados.

Según la prensa oficial, Zhale era miembro de las milicia basij y fue víctima de un disparo que ha atribuido a partidarios de la organización opositora en el exilio Muyahidin Jalq (combatientes del Pueblo).

Sin embargo, la oposición y otras fuentes independientes afirman que el joven era en realidad seguidor del movimiento reformista “verde”, que encabezan los líderes opositores Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí.

Ambos bandos se volvieron a enfrentar este miércoles durante el funeral, cuando cada uno trató de demostrar que Zhale era uno de los suyos.

“Estudiantes y personas que participaban en el funeral del mártir Sane Zhale en la facultad de bellas Artes de Teherán se enfrentaron con lo que parecían grupos de secesionistas”, explicó la televisión estatal.

Según la fuente, los choques se desataron durante una marcha dentro del campus en la que también participaban diputados y agentes de la Guardia Revolucionaria, cuerpo de elite de las Fuerzas de Seguridad iraníes.

La página web opositora Rahesabz.net, afín a Musaví, insiste en que Zhale era uno de sus partidarios.

Sin embargo, es difícil saber exactamente lo ocurrido, ya que como en ocasiones previas, el ministerio iraní de Orientación Islamica envió ayer un mensaje a través del teléfono móvil a la prensa internacional en el que se le advertía que tenía prohibido salir.

Tras meses silencia, la oposición iraní retomó las calles el pasado lunes con una manifestación a favor de los alzamientos en el norte de África que fue prohibida por las autoridades y reprimida con extrema violencia por las fuerzas de Seguridad.

De acuerdo con la prensa estatal, al menos dos personas perdieron la vida en los enfrentamientos, un número indeterminado más resultó herido y decenas fueron detenidos.

Entre los arrestados se encontró el cónsul de España en Irán, Ignacio Pérez Cambra, a quien seis hombres de los servicios secretos abordaron cerca de la sede de la embajada española en Teherán, que se haya a varias decenas de kilómetros de donde se produjeron las marchas.

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