Las princesas Carolina y Estefanía de Mónaco, junto con sus respectivos hijos, hicieron su entrada radiantes en la plaza del Palacio principesco, donde se va a celebrar la boda religiosa entre Alberto II y la desde ayer princesa Charlene.
Carolina, de 54 años, con un vestido rosa palo y una pamela, llegó hacia las 14.35 GMT acompañada de su hija pequeña, Alexandra, y al mismo tiempo que la princesa Estefanía (1965), que ayer no puedo evitar emocionarse durante el enlace civil, y que hoy desfiló junto a sus tres hijos, Louis, Pauline y Camille.
Poco antes habían aparecido los hijos mayores de Carolina, Andrea, Pierre y Carlota, ésta última con el pelo recogido, un pequeño velo negro y un vestido rosa con escote barco, todos ellos junto a sus respectivas parejas.
Desde los lujosos hoteles de París y Hermitage, que hospedaron al grueso de los invitados, se vieron desfilar las pamelas, tocados y vestidos de cóctel requeridos para la ocasión, y desde los mismos los representantes de las casas reales partieron poco antes de las 14.30 GMT.
Los príncipes de Suecia, Noruega y Dinamarca fueron de los primeros en salir, y desde allí se pudo ver también a los herederos de Holanda y Bélgica, entre los cuales la princesa Máxima optó por un traje naranja adornado con una flor, y la princesa Matilde por uno azul.
Los primeros invitados habían empezado a llegar una hora antes en coche hasta la plaza, en donde se habían habilitado plazas para 3.500 monegascos, que no se llenaron, y fueron caminando hasta el patio de honor, convertido en "iglesia al aire libre", y desde el que 800 personas podrán ser testigos directos del enlace.
Se pudo ver al presidente de la FIA, Jean Todt, a Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, con un vestido gris con pedrería y transparencias, así como a la exmodelo francesa Inés de la Fressange, acompañada de sus hijas, o al actor británico Roger Moore y a su mujer, matrimonio habitual del Principado, y al que los monegascos recibieron con aplausos.
Vítores también obtuvo el diseñador alemán Karl Lagerlfeld, muy próximo a la familia Grimaldi, y la esposa del ex presidente de Francia Jacques Chirac, Bernardette, con un vestido azul noche, así como la emperatriz de Irán Farah Diva, con un conjunto color lima.
El equipo encargado de organizar la ceremonia informó hoy de que para establecer el orden de entrada se ha mezclado "el protocolo monegasco, el real y el republicano, sin olvidar el de cortesía", y de que las personalidades de alto rango iban a acudir en último lugar, entre ellos el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, sin su mujer, Carla Bruni.
A diferencia de Rainiero III y la princesa Gracia, que en abril de 1956 se casaron en la catedral del Principado, Alberto II y su mujer optaron por celebrar su unión religiosa en Palacio, para dar cabida al mayor número de invitados posible.